Toluca, Edomex. 27 de junio de 2017.- Si alguien ganó perdiendo en la elección del pasado 4 de junio, ese fue el perredismo mexiquense, y muy en particular la tribu de Alternativa Democrática Nacional que encabeza Héctor Bautista, artífice de la candidatura de Juan Zepeda. El abanderado convertido en rock star, ha soltado el disparate de buscar la candidatura presidencial del PRD el año entrante, en una artimaña por negociar posiciones políticas al interior del partido y espacios de elección popular, sobre todo por la vía plurinominal. Esa es la única apuesta para permanecer en el espectro del poder público.
La candidatura de Zepeda rebasó cualquier expectativa, impulsada incluso por personajes cercanos a Eruviel Ávila. Desde meses atrás, Manzur arropaba las ambiciones del perredista, y en la víspera Bautista y Erasto apuntalaban una candidatura que hizo lo suficiente para quitarle fuerza a Delfina. A la distancia, Bautista y Zepeda buscan cobrarse sus oficios políticos que posibilitaron, por un lado la victoria de Alfredo del Mazo; y por otro, la resucitación de un perredismo que parecía desahuciado.
Bautista y Zepeda forman parte de la izquierda moderada, acomodaticia, complaciente y dócil. El triunfo delmacista parece garantizarles su bastión electoral de Nezahualcóyotl donde han gobernado los hermanos Héctor y Víctor Manuel Bautista, su primo Valentín González Bautista, y el propio Juan Zepeda, todos parte del mismo grupo político. Ahora, con la notoriedad alcanzada por Zepeda más allá de las fronteras mexiquenses buscan incidir en el reparto del poder de los restos que sobran del perredismo.
—————-
Como regalo de fin de sexenio, Eruviel Ávila otorgó notarias públicas a hombres cercanos de su círculo político. Es costumbre que gobernadores priístas repartan notarias como negocios familiares. Antes lo hizo Arturo Montiel y Enrique Peña. Las notarías se han convertido en una concesión discrecional, como una retribución a los favores políticos, bajo la opacidad, la complicidad y el conflicto de interés. Las notarías públicas son propiedad de una élite gobernante.
Ahí está Hazael Torres Huitrón, cuyo mayor mérito es ser hijo de Alfredo Torres Martínez -tutor político de Eruviel Ávila, exalcalde de Ecatepec y actual secretario de Desarrollo Urbano-. Eruviel debe el despegue de su carrera política a Torres, y le ha pagado con creces durante su gubernatura: le dio una secretaría de seis años, a su hijo Alfredo ya lo hizo diputado tres ocasiones, entre 2009 y 2015, y a Hazael le otorgó una notaría. Eruviel puede presumir su gratitud y lealtad.
Otro caso emblemático es Ernesto Santín Quiroz, hermano de Oswaldo Santín Quiroz. La influencia de Oswaldo es a través del hoy canciller. Actualmente, Santín es titular del Sistema de Administración Tributaria, pero durante cuatro años fungió como jefe de oficina del secretario de Hacienda, Luis Videgaray. Otra vez, la notaría respondió a componendas del poder, a favor de un hombre vinculado al poder público.
Comentarios a contacto@www.planamayor.com.mx
