Toluca, Edomex; 24 de julio de 2019.- Mauricio Valdés, Isidro Pastor y Trinidad Franco son tres vetustos políticos que surgieron de las filas priístas. Los tres personajes comparten cosas en común, que hoy por rutas paralelas pretenden colapsar al partido que los empoderó durante años. A pesar de su fama se mantienen vigentes en el escenario político de estado. Y son en los hechos: un dolor de cabeza para el actual sexenio y el futuro electoral por delante.
Mauricio Valdés renunció al priísmo en la década de los noventa, cuando buscó ser candidato a la gubernatura por el PRD en 1999. Mientras que Isidro y Trinidad vivieron sus épocas de gloria en el montielismo, aunque fueron expulsados del PRI por su desobediencia a las decisiones del gobernador en turno. Ambos, participaron en la campaña electoral del panista Rubén Mendoza –ya fallecido-, como una afrenta al delfín priísta, Enrique Peña Nieto.
Los tres, Mauricio, Isidro y Trinidad fueron reclutados por Eruviel Ávila para colaborar en su sexenio. Ahí, Valdés se apropió del IAPEM, un espacio académico del que hizo lo posible por ocupar dos periodos. Pastor -tutor de José Manzur- fue designado dos veces secretario: de Desarrollo Metropolitano y Movilidad. Mientras que Franco fue nombrada directora de desarrollo político, bajo el mando de Pepe, convertido en el asesor de cabecera de Ávila.
Al ascenso al poder de Alfredo Del Mazo, los tres decidieron recobrar sus aires opositores. Isidro se convirtió en candidato independiente y fue descalificado por el instituto electoral; hoy está en proceso de conformar un nuevo partido político junto a César Augusto Santiago. Trinidad saltó a las filas del PT, donde recientemente fue presentada como refuerzo político. Y Mauricio, tan pronto como salió del IAPEM, se convirtió en asesor del senador morenista, Higinio Martínez, el paisano de Texcoco que le impidió ser candidato a gobernador hace más de veinte años.
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Este jueves, se dará a conocer la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) para emprender la construcción del aeropuerto en Santa Lucía. El expediente permitirá esclarecer el impacto ecológico de las obras y del desarrollo aeroportuario a largo plazo. López Obrador tendrá los elementos técnicos y legales para avanzar en su propósito alternativo. Es prácticamente la sepultura final al aeropuerto de Texcoco, que impulsaba el gobierno de Peña Nieto.
Sin embargo, falta por determinar el proyecto final del aeropuerto, acerca de las pistas de aterrizaje, el edificio terminal y la conservación de la base militar de Santa Lucía. Ahí, también se han presentado obstáculos, por la falta de una planeación y la toma de decisiones de manera improvisada.
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