Toluca, Edomex, 22 de diciembre de 2022.- Muy a pesar de los esfuerzos del Partido Verde Ecologista de México por presentarse como una alternativa electoral independiente, y haber participado en los dos últimos comicios locales en solitario; a la fecha, sólo ha logrado posicionar a su dirigente estatal, José Couttolenc, como la única figura visible en una eventual candidatura a la gubernatura de la entidad. El resto de su militancia, se distingue por liderazgos regionales, particularmente de exalcaldes o exdiputados locales, que antes ya tuvieron otra filiación política. De origen ecologista sólo hay un puñado y no precisamente con amplia ascendencia política al interior de su partido.
Cuando el PVEM se encuentra en la etapa de definiciones frente a una posible alianza electoral, existe morbo político solo de imaginar a Luis Miranda Barrera hacer campaña junto a Delfina Gómez de Morena, en busca de la gubernatura mexiquense. El primogénito de Luis Miranda Nava, hará campaña electoral en contra del pirísmo y la corrupción que durante tanto tiempo defendió su padre, en las esferas más altas del poder político, identificadas con el Grupo Atlacomulco. Ese es el pragmatismo político que Morena ha dispuesto para ganar elecciones, y que en el 2023, involucra a sectores del PRI que han encontrado la ruta de acercamiento con la candidata puntera.
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Si el Instituto Electoral del Estado de México tuviera posibilidades de fiscalizar el gasto que han realizado los aspirantes a la gubernatura a través de anuncios espectaculares, bajo el subterfugio de propaganda de entrevistas en medios de comunicación, la priísta Alejandra del Moral ya habría rebasado desde hace mucho los topes de gastos de campaña de un proceso electoral que ni siquiera ha comenzado. En menos de un año, tres medios de comunicación han mostrado su interés en darle la portada de sus publicaciones, y a la par, han tenido el dinero para despilfarrar su promoción en cientos de anuncios en el territorio estatal. Una burla a la legalidad.
Esta semana, de nueva cuenta, cientos de espectaculares han aparecido en el espacio urbano del Estado de México, donde se promociona la portada de una revista con la imagen de una muy rejuvenecida Alejandra del Moral, que hasta parece sacada del baúl de los recuerdos de sus primeras campañas electorales, de hace más de una década cuando buscaba la presidencia municipal de Cuautitlán Izcalli. Es notorio que el PRI hace hasta lo imposible para posicionar la imagen y el nombre de Alejandra, quien tiene un reconocimiento marginal si se compara con Delfina Gómez, excandidata a gobernadora y actual senadora.
Lo cierto es que, Del Moral, ya dio varios recorridos por el Estado, como candidata a senadora, dos veces dirigente estatal priísta, secretaria de Desarrollo Social, pero su nombre es como el teflón, porque simplemente no se queda en el imaginario del electorado. Lo que natura non da, los anuncios espectaculares non presta.
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Juan Zepeda sabe que sus posibilidades de ganar la elección por la gubernatura del Estado de México con las siglas de Movimiento Ciudadano, simplemente son nulas. A lo largo de las últimas dos décadas, la presencia política de MC en la entidad mexiquense ha sido marginal, y su participación electoral se reduce a una cuestión testimonial.
La apuesta de MC será de mediano plazo con la encomienda de presentarse como una tercera alternativa, pero que le llevará al menos una década encontrar los resultados que pretende en el Estado de México. Pese a todo, para la contienda de 2023, el partido de Dante Delgado pudiera ser el esquema necesario para quitarle votos a Delfina Gómez desde quienes pretenden una alternancia electoral, y con ello, elevar las posibilidades de triunfo del régimen priísta.
