Toluca, Edomex. 18 de marzo de 2019.- La cuarta transformación, que tanta crítica apuntaba a la herencia del poder, parece haber incurrido en las mismas prácticas. Alejandro Encinas Nájera, hijo del dos veces excandidato a gobernador, labora dentro de la coordinación de asesores de Luisa María Alcalde, actual secretaria del Trabajo federal. Otro dato revelador, de acuerdo a su declaración patrimonial, releva que Encinas Nájera trabajó los últimos seis años en el Senado de la República, el mismo espacio político que ocupó su padre en el sexenio peñista.
Actualmente, Alejandro Encinas Rodríguez –quien empezó su carrera política en Texcoco- funge como subsecretario de Derechos Humanos en la Secretaría de Gobernación que encabeza Olga Sánchez Cordero. El funcionario federal es uno de los personajes más cercanos a López Obrador, quien fue incluso jefe de gobierno interino del extinto Distrito Federal, cuando Andrés Manuel buscó por primera ocasión la presidencia de la república. Ahora, Encinas hizo lo necesario para que su descendencia tuviera un espacio en la Secretaría del Trabajo, en el piso 15 del edificio de Reforma 93.
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La desgracia que rodea al joven estudiante Jair Soto, quien fue atropellado el jueves pasado, cuyas lesiones sufridas provocaron le amputaran las piernas y su estado de salud es reportado como grave, debe dejar una lección que no sólo se reduce a la posible corrupción en la procuración y administración de justicia. Hay que entender que en gran medida, el presunto responsable habría quedado en libertad ya que las imputaciones referidas al delito de lesiones no requieren de prisión preventiva. Quizá, ahora que los diputados locales andan tan activos, sea necesaria una revisión al código penal para castigar este tipo de casos con mayor severidad, en el agravio que lastiman a las personas en sus proyectos de vida.
Hoy, los estudiantes del CBTIS 203, acompañados de sus padres y algunos docentes, tienen contemplada una manifestación para exigir justicia, y esclarecer la carpeta de investigación del joven Jair. El riesgo es que tras la marcha y algunas cuantas aclaraciones hechas por la Fiscalía General de Justicia, el caso pierda relevancia y hasta seguimiento. Ojalá las instituciones y los actores involucrados no le pierdan interés ni la pista al asunto.
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Enrique Peña reapareció en Acapulco el pasado fin de semana. El periodismo rosa, que da cuenta de la vida social de las élites del poder público y económico, exhibió que el mexiquense asistió a la boda de Gonzalo Zabala y Mar Collado. De nueva cuenta, fue captado junto a la modelo potosina Tania Ruiz. Pese a la defenestración pública y la inaceptación social, el exgobernador estatal sigue presente no sólo entre las élites sociales, sino en las decisiones que surgen al interior del priísmo. Lo cierto es que en el Teatro Morelos tuvo falta el pasado 2 de marzo, en el aniversario de la fundación del Estado de México.
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