Toluca, Edomex; 16 de junio de 2020.- En las elecciones del próximo año, un puñado de los que vayan a las urnas, tienen la aspiración de construir una candidatura propia a la gubernatura del Estado de México. No importa si se trata de priístas, panistas o morenistas: todos tienen la misma aspiración y semejante estrategia. Es decir, pretenden ocupar el puesto de diputado o alcalde, pero sólo por año y medio, para después pedir licencia y pretender el cargo que hoy ostenta el priísta Alfredo Del Mazo.
Así ha ocurrido en los últimos tres sexenios. Las elecciones intermedias, son además, el banderazo de salida de la sucesión de la gubernatura. En 2003, Enrique Peña fue electo diputado local por Atlacomulco: a los 15 meses de haber rendido protesta, se fue a hacer campaña interna para gobernador. En 2009, Eruviel Ávila ganó la elección de alcalde por Ecatepec: a los 19 meses pidió licencia definitiva para hacerse de la candidatura priísta. Y en 2015, Alfredo Del Mazo consiguió la diputación federal por Huixquilucan: pero 17 meses más tarde, decidió contender por la gubernatura. Muchos aspiran a recorrer el mismo camino.
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Cerca de 60 mil mexiquenses se han quedado sin un ingreso en los últimos meses. En promedio, cada día mil trabajadores formales han sido despedidos ante la parálisis económica derivado de la emergencia sanitaria. La cifra podría hasta triplicarse si se considera a quienes trabajan en la economía formal, es decir, que no tienen ningún tipo de seguridad social. La cifra de empleos perdidos tampoco contempla aquellas personas que han sido echadas a la calle por parte de áreas de gobierno, que han tomado la medida para reducir gasto corriente.
Lo peor es que, frente a la suspensión de actividades en muchas oficinas de gobierno, miles de trabajadores despedidos no pueden iniciar la demanda laboral en las juntas de conciliación o en la procuraduría del trabajo. En medio de la pandemia, lejos también se avizora la aplicación de la reforma laboral, que contemplaba la puesta en marcha de tribunales laborales. Frente a una de las peores crisis en materia de trabajo, las instancias oficiales están paralizadas para afrontar los derechos laborales de miles de mexiquenses.
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El próximo 30 de junio, vence el plazo del interinato de Maricarmen Sandoval Rubio como encargada del despacho de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, quien fue designada el pasado mes de abril por un plazo de tres meses. Dicho plantel educativo tenía contemplado elegir al nuevo titular de la dirección en marzo pasado, pero cuando estaba por emitir la convocatoria estalló un paro de alumnos que evitó el proceso interno. Entrampados en su legislación interna, Marco Cienfuegos dejó la dirección el 30 de marzo. Y como no hay regreso a las aulas hasta el próximo mes de septiembre, tampoco habrá nuevo director.
Lo mismo ocurre en la Facultad de Desarrollo Urbano y Regional, donde se nombró a Benigno González García como encargado del despacho de la Dirección, también por un plazo de tres meses improrrogable contados a partir del 1 de abril. La única salida, podría ser la designación de un nuevo encargado del despacho, mientras haya condiciones para la elección de su director.
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