Toluca, Edomex; 13 de febrero de 2023.- Concluyeron las precampañas electorales. La priísta, Alejandra del Moral; y la morenista, Delfina Gómez, ya tienen a partir de este lunes un balance en su escritorio sobre su capacidad de activismo, promoción y movilización de votantes, como consecuencia de la robustez de sus partidos y de sus candidaturas. El periodo de intercampañas, deberá servir como una pausa, pero sobre todo, como una evaluación y toma de decisiones para asumir el control absoluto de sus campañas electorales.
Tanto en las filas priístas como morenistas, se advierte una falta de unidad absoluta, y cierre de filas en torno a las candidaturas de Alejandra y Delfina. Todavía son muchos los grupos políticos que se sienten lastimados; y esas fracturas deberán enmendarse, antes del 3 de abril, en que arrancan las campañas electorales.
————
En el caso de Alejandra del Moral, se vuelve necesario que la candidata asuma el control de la campaña electoral. Está claro que algunos coordinadores regionales o municipales que le han sido impuestos, promovieron a otra aspirante priísta durante el último año; y por lo tanto, no se sienten identificados con el proyecto. El eruvielismo que todavía permea en alguna toma de decisiones podría pasarle la factura a una candidata que promete renovación generacional.
En las formas tradicionales del régimen de Atlacomulco, se exige un ajuste dentro de la dirigencia priísta previo al arranque de las campañas; y el coordinador de la campaña, regularmente es uno de los aspirantes que se quedó en el camino. Resulta muy extraño apostar por alguien que ya hasta se había jubilado del servicio público.
Finalmente, la ausencia del gobernador Alfredo Del Mazo, en el ungimiento de Alejandra del Moral, abona a la suspicacia de pactos de impunidad y acuerdos secretos con un trasfondo electoral. ¿El mandatario estatal da muestras de civilidad política, o quizá, sólo busca pasar a la historia como un demócrata?
———————
Para Delfina Gómez, su arropo político y base electoral se mantendrá en Texcoco, lo que duele en algunas tribus, -de esas que son herencia del perredismo-, y buscan desestabilizar a los alfiles que le han impuesto en las figuras de Higinio Martínez y Horacio Duarte. Es cierto, no todo Morena está asentado en Texcoco, y resulta necesaria la inclusión y la unidad de todos: esa es la tarea pendiente para su círculo cercano.
El transcurso de la campaña electoral y un eventual triunfo en las urnas, transitará por un empoderamiento del Grupo Texcoco, a pesar de las resistencias de adversarios internos, quienes tampoco logran acomodo de relevancia en la campaña electoral por su escasa ascendencia política. Está claro que la precampaña no cerraría en Izcalli, donde incluso corre el riesgo de la derrota.
Delfina debe distinguir quienes buscan sumar su capital político en su barco electoral -y que demuestren contar con ello-; y quienes, desde el amago, pretenden arrebatarle posiciones de poder, y mermarle protagonismo a su candidatura.
Lo más relevante para la abanderada morenista es mantener su bono electoral, reflejado en las encuestas, con hasta 15 o más puntos de ventaja, por lo que, resulta innecesario zanjar en lo inmediato sus problemas internos. Perder una brecha de ese tamaño, también tendría una suspicacia difícil de creer para sus más cautivos votantes.
Comentarios a contacto@www.planamayor.com.mx
