Toluca, Edomex; 12 de agosto de 2022.- En política nada es casualidad. Alfredo Del Mazo ha determinado afianzar la ascendencia de César Camacho en este sexenio. A tan sólo una semana de la reunión con exgobernadores, el mandatario en turno regresó la cortesía para visitar El Colegio Mexiquense, y encontrarse con el exalcalde de Metepec. El delmacismo se siente cómodo con esa alianza política forjada en los últimos años, y cuyos grupos políticos se han fortalecido en la recta final y definitoria de la sucesión de la gubernatura.
Eric Sevilla, Alejandra del Moral y Martha Hilda González son las figuras más visibles identificadas con el camachismo. Frente a la presión política que se ejerce desde otros aspirantes, por el destape anticipado de Delfina Gómez, deja la impresión de que César y Alfredo han decidido cerrar filas entre sus grupos políticos para la etapa más apremiante, quizá esa haya sido la razón por la que César salió tan sonriente del cónclave realizado el 3 de agosto.
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Tras la bofetada con guante blanco lanzada por el priísmo mexiquense (quien dijo en voz de Eric Sevilla que, la coalición se negocia entre dirigentes y no con aspirantes); Anuar Azar -presidente del panismo estatal- tocó la puerta de Alejandro Moreno y Jesús Zambrano para abrir paso a la construcción de una coalición opositora rumbo a junio de 2023. Ayer tuvo reunión con ambos.
Previamente, también estuvo con Juan Zepeda, dirigente estatal de Movimiento Ciudadano, cuya alternativa electoral no representa más del cinco por ciento en las preferencias de votantes de la entidad, quienes insisten en que participarán en solitario en el 23 y 24. Lo cierto es que, el PAN insiste en la posibilidad de sumar todas las alternativas para volverse más competitivos.
En la toma de decisiones del priísmo local, todo parece indicar que el único interlocutor válido para el gobernador en turno es Eric Sevilla, para eso lo mandaron al partido, y nadie más de la dirigencia nacional tendrá injerencia en las negociaciones estatales. Por eso quitaron a Ricardo Aguilar y Carlos Iriarte.
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Quien se resiste a renunciar en su aspiración por la candidatura es Ricardo Aguilar. Ayer metió el acelerador, en lo que parece un último intento por inscribirse a la carrera final, si la decisión pudiera complicarse entre las mujeres contendientes. La apuesta del exdirigente priísta está en las élites políticas, y los amarres entre las distintas fuerzas políticas opositoras.
En un primer momento, se reunió con el calderonista, Javier Lozano -quien no se cansa de promover a Vargas-; más tarde con Salomón Chertorivski -hoy refugiado en MC-; y para finalizar la jornada, con el exsecretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida. Sin las ataduras de Alito, ahora Aguilar busca concitar los intereses de la clase gobernante de dos expresidentes.
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