Toluca, Edomex. 10 de abril de 2019.- Que nadie se espante, pero luego de la reforma universitaria, la bancada morenista alista también una transformación al interior del Poder Judicial. El más oscuro de los poderes del Estado que requiere de contrapesos desde el Poder Legislativo. El Tribunal Superior de Justicia no puede permitirse ser el último reducto de alta burocracia con privilegios, altos salarios y reducido en la opacidad de su acción. La reforma vendrá a tiempo, antes de la elección del nuevo presidente en enero próximo.
Es tan perniciosa la relación entre el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial, que en las últimas décadas se ha dado una insana costumbre que los presidentes salientes del TSJ terminan de procuradores de justicia, defensores de derechos humanos, notarios públicos, entre otros. Hasta ahora es imperceptible una división de poderes, y esa circunstancia debe trascender, para adaptarse a los nuevos tiempos. Los diputados de Morena podrían dar otro albazo legislativo.
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Las reformas al Issemym y a la UAEM no saldrán en este periodo de sesiones que concluye en veinte días. Las bancadas del PRI y de Morena han acordado abrir el debate. Hoy, la UAEM presentará su iniciativa de reforma a la ley universitaria, para lo cual ha convocado a una marcha que saldrá de Ciudad Universitaria con rumbo a la Legislatura Estatal. La iniciativa de Morena y la de la UAEM entrarán a un debate paralelo. En la dictaminación, deberán ceder posiciones de uno y de otro lado. Se viene un juego de vencidas.
La reforma al Issemym se hace necesaria por el colapso financiero de la institución. Los morenistas, abrogaron la ley aprobada por la anterior legislatura, y en su calidad de mayoría se toman su tiempo. Los priístas prefieren no ir con prisas para aprobar una ley con amplio consenso. Ambas reformas deberán quedar resueltas antes del mes de septiembre, cuando Alfredo Del Mazo rinda su segundo informe de gobierno. Corre tiempo.
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De ser ciertos los intentos fallidos por dividir a la bancada morenista, los errores se pagan caro. A pesar de que hay diferendos en la fracción de Morena, la incapacidad por fracturarlos, fortalece el liderazgo de Maurilio, y hace más compacto al grupo parlamentario. La estrategia falló, si es que existió.
Del Mazo debe asumir que la primera mitad de su mandato será con una abrumadora oposición en el Poder Legislativo. Y desde esa condición, pensar como convencer, incidir y ganar posiciones y condiciones para su gobierno.
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