Toluca, Edomex. 09 de marzo de 2017.- Mientras en el PRI, PAN y Morena ya tienen definidas sus candidaturas a la gubernatura del Estado de México, en el PRD y el PT permanece la incertidumbre y mantienen pugnas internas que no les permiten ponerse de acuerdo. El colapso de la alianza electoral y la pugna entre las tribus dominantes del perredismo les tiene garantizado el cuarto lugar de la contienda de junio próximo. Mientras Del Mazo, Josefina y Delfina ya determinan estrategias electorales, manejo de su imagen y de su estructura electoral, en el PRD siguen definiendo cómo elegir a su candidato.
Por si fuera poco, Juan Zepeda, Javier Salinas, Eduardo Neri y hasta el petista Óscar González son acusados mutuamente por su lastimosa e incómoda cercanía con los gobiernos priístas. Los cuatro poco podrían explicar su carrera política y su ascenso al poder sin el arropo del régimen priísta y su conducta colaboracionista con el Grupo Atlacomulco. La oposición de los cuatro precandidatos en busca de la gubernatura han sido cómplices de la actual clase gobernante.
Del Mazo, Josefina y Delfina ya galopan en la carrera electoral de junio, y en la casa de enfrente no saben aún quién será el jinete. Lo único cierto es que acumulan descalificaciones, golpes bajos y fuego amigo que exhibe una izquierda desarticulada y alimenta la desbandada hacia Morena. El escenario parece desolador para el PRD, y sus intereses electorales.
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Falta casi un año para que los partidos políticos definan las candidaturas a las presidencias municipales, y ya desde ahora hay enroques que dan pistas sobre la toma de decisiones. Nadie debe perder de vista el reciente nombramiento de Máximo Quintana como delegado federal de la Semarnat. Desde septiembre pasado, las dependencias federales del gabinete peñista asumieron el control de las regiones en paralelo a la regionalización del gabinete eruvielista. En esa suerte, Max Quintana -como le dicen sus amigos-, está a cargo de la región de Metepec, tierra de sus mayores afectos políticos y personales.
Desde esa posición política, Quintana tiene asegurada su promoción personal en Metepec, municipio donde ya fungió como regidor, y hasta hace algunos meses se desempeñó como director de desarrollo social. El yerno de Erwin Lino –secretario particular de Enrique Peña-, tiene la mesa puesta para buscar ser el sucesor de David López abanderando la causa priísta. El programa de regionalización federal -al igual que el mexiquense- tiene altos fines electorales a favor de la clase gobernante, y Max Quintana lo sabe.
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En medio del Día Internacional de la Mujer, el gobierno de Eruviel Ávila poco tiene que celebrar. La violencia de género permanece intacta a pesar de los discursos, la alerta de género y las políticas públicas desplegadas. Los feminicidios son un problema severo en las estadísticas criminales, ahí también estás los números fríos de las desapariciones de mujeres. Desde la oposición mucho se crítica pero poco se hace para revertir la situación. La defensa de los derechos de las mujeres, es en todos los casos, una bandera de lucro político pero sin resultados.
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