Toluca, Edomex; 5 de mayo de 2020.- Desde principios de año, decenas de políticos priístas hoy en la banca ya alistaban sus maletas para incorporarse al gabinete delmacista. En los corrillos del Palacio de Gobierno se insistía en que al menos tres secretarías se ejecutarían ajustes con el propósito de relanzar al gobierno estatal. Pasó enero, y todo permaneció sin novedad. Vino febrero, y todos especulaban que los cambios a la estructura de gobierno eran inminentes. Cuando en marzo, todos contaban los días para los nombramientos, se presentó la emergencia sanitaria y los planes de la gubernatura nunca se ejecutaron.
Hoy la prioridad del gobierno mexiquense está concentrada en la contingencia de salud. Luego vendrán los efectos económicos que golpearán a toda la sociedad con una pérdida de empleos. Es difícil advertir si Del Mazo todavía contempla modificar las piezas de su tablero. Quienes ya se iban, desempacaron su mudanza en sus oficinas. Quienes ya llegaban, simplemente han tenido que esperar y esperar y esperar, a un llamado que debió cancelarse inevitablemente.
———————
Durante el sexenio de Eruviel Ávila Villegas, prácticamente todos los funcionarios de primer nivel sabían de las andanzas del secretario de Salud, César Gómez Monge. Muchos de sus colaboradores cercanos se enriquecieron al amparo del poder público. Los recursos públicos que debieron ser destinados al equipamiento hospitalario y abasto de medicamentos se dilapidaron en una nómina abultada y muy buenos salarios para sus amigos. La Auditoría Superior de la Federación tiene documentadas las irregularidades, y ya va siendo momento de que los responsables respondan por esos desfalcos.
El colapso del sistema hospitalario que está a punto de vivenciar el Estado de México no sólo está vinculado a una pandemia inédita en su letalidad social. Es sobre todo producto del descuido y el abandono gubernamental por años. Si el gobernador Del Mazo busca recuperar terreno perdido y mejorar su calificación ciudadana, el momento es ahora. Por un lado, invertir al sistema de salud pública de la entidad para mejorar su atención médica. Por otra parte, sacudirse los fantasmas del pasado y traer a Gómez Monge ante la justicia mexiquense.
———————————-
Es momento de que los gobiernos municipales avancen en su trabajo de gabinete para reactivar sus actividades normales una vez superada la emergencia. A pesar de la contingencia, los ayuntamientos podrían ir destrabando procesos de licitación para emprender obra pública a partir del mes de junio. La inversión pública a nivel regional puede ser la llave para reactivar la economía local. Lo cierto es que, vendrá un recorte a sus participaciones federales y estatales.
Muchos alcaldes permanecen omisos en su toma de decisiones. Asumen que la contingencia del COVID-19 es un asunto exclusivo de autoridades federales y estatales. Son ajenos a la responsabilidad que tienen como gobierno. Y no sólo están ausentes a la coyuntura nacional, también sus administraciones se encuentran paralizadas, sin gastar, sin invertir y sin atender las prioridades de la emergencia sanitaria.
Comentarios a contacto@www.planamayor.com.mx
