Toluca, Edomex. 03 de junio de 2019.- La excandidata a gobernadora del Estado de México, Yeidckol Polevnsky le entregó muy buenas cuentas a López Obrador. En las elecciones de ayer, Morena se echó a la bolsa las gubernaturas de Puebla y Baja California; además del congreso de Quintana Roo. Nadie puede descartar que una vez que concluya su encomienda partidista, quizá al principio del año entrante, la presidenta nacional de Morena pueda integrarse al gabinete federal. Y ahí Yedickol puede abrirse camino para su futuro electoral.
Quizá parezca muy adelantado, pero por los afectos de Andrés Manuel se perfila una terna por la gubernatura mexiquense: Delfina Gómez, la coordinadora de los programas sociales; contendió por la gubernatura en 2017 y ganó la senaduría por mayoría en 2018; Yedickol, compitió para gobernadora en 2005 y triunfó para senadora en 2006; y para cerrar la pinza, Horacio Duarte, defensor de López Obrador del proceso de desafuero y desde el INE como cancerbero electoral de Morena. Faltan cuatro años para los comicios.
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Para el panismo no todo está perdido. Fracasó en dos bastiones, donde se concentró un hartazgo social hacia los últimos años. Baja California se entregó luego de 30 años de dominio panista. Puebla, en un escenario inadvertido, no pudo retenerse tras la muerte de Martha Érika Alonso en diciembre pasado. Sin embargo, logró consolidar cacicazgos regionales, arropado por sus gobernadores. Se impuso en las alcaldías de Aguascalientes y Durango. En Tamaulipas, también le alcanzó para 21 de 22 distritos de la legislatura local.
En el caso de Aguascalientes capital, se sintió la dominancia de las élites mexiquenses. El responsable de la elección hidrocálida fue el alcalde de Huixquilucan, Enrique Vargas del Villar, de probada operación política y reeleccionista. La panista Teresa Jiménez logró una ventaja de dos a uno frente a Morena. Vargas, junto a Víctor Hugo Sondón -representante del PAN ante el INE-, se han logrado posicionar en la toma de decisiones del panismo nacional, ante posibles ajustes en la estructura interna del partido.
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Al PRI apenas le alcanzó para conservar el registro. Mucho le pesó en Puebla que el Partido Verde haya ido en alianza con Morena. Su mejor resultado lo obtuvo en Durango, con su triunfo en 16 municipios. En el resto de los comicios, simplemente desapareció. La dirigencia nacional, encabezada por Claudia Ruiz Massieu, reconoció que se trató de una de las contiendas más difíciles a las que se ha enfrentado el priísmo en su historia. Alejandro Moreno se colgó de la derrota para “venderse” como el candidato de la enésima renovación.
En el caso mexiquense, su dirigente Alejandra del Moral, prefirió convertir la sede del PRI estatal en un karaoke, para subirse a cantar en el concierto de la Arrolladora Banda Limón. Y sus regidores prosiguen con informes; aunque no les salen las cuentas: ¡Rodrigo Falcón en Metepec rindió su informe de 100 días el 30 de mayo!, aunque eran menos, como 150 días, le corrigieron la plana sus homólogos de Toluca que hicieron su evento el sábado anterior.
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Lo más preocupante en los comicios de este domingo fue que solo uno de cada tres electores salieron a votar. Los partidos y candidatos no convencieron y peor aun, no alentaron la participación ciudadana. La crisis de partidos es real. La desconfianza ciudadana en las organizaciones políticas es tremenda. Pese a ello, hay otros que se empeñan en construir nuevos partidos pero con las mismas prácticas. Por ejemplo, Felipe Calderón y Margarita Zavala con México Libre. El sábado realizaron su asamblea en el distrito 34 del Estado deMéxico con sede en Toluca y la semana anterior en el distrito 22, con sede en Naucalpan. Impero lo mismo, el acarreo y la entrega de dádivas.
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