Toluca, Edomex; 01 de febrero de 2022.- La dinastocracia se impone como una herramienta fundamental de trayectorias políticas. Los ajustes del gabinete estatal se dan paulatinamente para privilegiar a las élites del poder político.
Ayer lunes, el secretario de Educación, Gerardo Monroy Serrano tomó protesta a Estefanía Osornio Jiménez, como directora de la Universidad Tecnológica de Zinacantepec, en sustitución de Viridiana Rodríguez -esposa del alcalde de Toluca Raymundo Martínez, hoy presidenta del DIF de la capital mexiquense-. La trayectoria de Estefanía parece lo menos relevante, cuando se revisan sus vínculos sanguíneos y conyugales para asumir el cargo. La nueva directora de la escuela de Zinacantepec es hermana de Evelyn Osornio -hoy diputada local priísta-, y desde hace dos años está casada con Ricardo Valdés Bores -secretario particular adjunto del gobernador, Alfredo Del Mazo-.
También fue designado Arturo Vélez Escamilla como director general del Tecnológico de Estudios Superiores de San Felipe del Progreso. Reemplaza a Claudia Ruiz Bastida, nombrada recientemente como directora del Instituto de la Mujer en Toluca. Vélez fue alcalde de Atlacomulco entre 2013 y 2015; tiene una relación familiar con el exgobernador, Alfredo Del Mazo Vélez. Y hasta ayer se desempeñaba como rector de la Universidad Intercultural del Estado.
Por último, se nombró a José Ángel Fernández García como director de la Universidad Politécnica de Texcoco. Los enroques cumplen compromisos políticos.
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Este martes, inicia el segundo periodo ordinario en San Lázaro. Habrá que ver cuántos de la diminuta bancada priísta tienen una agenda legislativa para los próximos meses puesto que, al menos dos personajes andarán más ocupados en sus labores de organización electoral -con el pronóstico desolador de perderlo todo, incluido Hidalgo y Oaxaca- por encima de sus actividades parlamentarias; y otras más están enfocadas en recorrer el Estado de México en una gira de promoción permanente con fecha de caducidad a diciembre de 2022.
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Los alcaldes en funciones tienen muy próxima otra fecha fatal. A finales del mes de febrero deberán presentar su proyecto de presupuesto ante el cabildo municipal, y en algunos casos ya evalúan la posibilidad de endeudarse (más), tomarle la palabra a la legislatura estatal, y empeñar sus participaciones de los próximos años, para pagar pasivos y más pasivos, y hacer un puñado de obras públicas que justifique las nuevas deudas para pagar préstamos del pasado.
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