Poco a poco Isidro Pastor tomará el protagonismo político acostumbrado. Fiel a su estilo, será clave en el gobierno de Eruviel Ávila, hasta convertirse en indispensable. El domingo, durante el informe del rector de la UAEM, Eduardo Gasca, se dejó ver, pero también hizo sentir se presencia e influencia. Aunque no ha realizado cambios en la estructura de la modesta secretaría de Desarrollo Metropolitano, pronto ésta precaria dependencia saltará del marasmo en que se encontraba.
Por mientras, la semana entrante, el gobernador Eruviel Ávila ha confiado hacer escala en la región de Otumba con su gobierno itinerante, cuya zona está bajo la responsabilidad de Pastor. La señal no es gratuita para cobijar Isidro que podrá rebasar por la izquierda a los otrora consentidos del gabinete Erasto Martínez y Raymundo Martínez. Mientras que Ávila ha comenzado a sentarse de mejor manera en la silla que le fue heredada por Peña Nieto.
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A propósito del grupo cercano a Isidro Pastor, Rafael Osornio Sánchez es desde el pasado jueves el nuevo delegado del CISEN en el Estado de México. Osornio es montielista de cepa, siempre relacionado a las labores de inteligencia política e ingeniería electoral en la entidad. Conoce los entretelones de la política mexiquense, y será ojos y oídos de Enrique Peña Nieto en su tierra natal. Su conocimiento de los actores sociales lo hace un policía político nato que estará a las órdenes de Eugenio Ímaz director del CISEN, pero muy específicamente al mando de Luis Miranda, el verdadero operador del Centro de Inteligencia.
En el montielismo, Osornio Sánchez fue uno de los cerebros financieros, y quien manejaba y hacía rendir el dinero en la época electoral para el priísmo mexiquense. Hoy estará enclavado en las labores de inteligencia que tanto demanda el control político del Presidente en turno, para su margen de maniobra frente a la oposición. El reacomodo de montielistas parece inevitable en la ascendencia al poder del peñismo. Rafael estará en la confianza y cercanía de Peña Nieto que requiere de su labor en la tierra que gobernó.
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Antorcha Campesina tiró en meses pasados al muy experimentado secretario del Transporte, Jaime Barrera Velázquez. El grupo de Jesús Tolentino Román Bojórquez, literalmente peleado a muerte con Axel García –líder transportista en el Valle de México-, ha puesto la mira en denostar a Efrén Rojas Dávila, a quien los “antorchos” le han desplegado una serie de espectaculares en carreteras y vialidades de la entidad para que ceda a sus presiones políticas bajo el manto de la impunidad.
Hasta ahora, no ha existido por parte del gobierno eruvielista, un llamamiento para evitar que Antorcha Campesina siga imponiendo condiciones y chantajeando bajo la movilización social, el dominio que pretende hacer de rutas del transporte público. Son años de predominio, de invasión territorial y de ganar espacios de poder político, sin que nadie les ponga un alto. La lección impuesta a Elba Esther Gordillo hace una semana, podría ser condición para evitar que los “antorchos” sigan en esa condición.
