Toluca, Edomex; 21 de
mayo de 2025.- La gestión interina de Isidro Rogel al frente de la Universidad
Autónoma del Estado de México (UAEMex) tiene tufo de ser una extensión del
mandato barrerista, o bien, su interinato que pretende ser un simulador de que
hubiera pasado si ganaba Eréndira Fierro la elección por la rectoría. Ahí están
las pinceladas de sus nombramientos, todos fieles seguidores de la fallida candidatura
de la exsecretaria de Administración: Lourdes Nájera López y Camerino Juárez
Toledo, han ascendido en la estructura burocrática.
Lourdes Nájera ha sido nombrada
como directora de Apoyo a Órganos Colegiados. Su primera aparición pública, fue
durante la visita de Isidro Rogel por los campus de El Cerrillo y El Rosedal. Una
revisión por sus redes sociales no deja lugar a dudas: sus afectos con Eréndira
Fierro eran abiertos. Era subdirectora de la Facultad de Ingeniería. Ahora, se
ha convertido en uno de los brazos operadores de Rogel, y eso abona a la
desconfianza de toda la comunidad, incluidos estudiantes, docentes y
trabajadores administrativos.
Camerino Juárez Toledo
ha sido designado director general de Centros Universitarios y UAPs. Exdirector
de la Preparatoria 1, donde ejerce una especie de Maximato en la toma de decisiones
del plantel. Junto a sus hermanos Werther y Raúl fueron el frente de batalla de
la campaña de Eréndira Fierro, el primero desde la Secretaría del Trabajo del
Edomex, el segundo desde la Preparatoria 3. Defendieron hasta el último día la
gestión de Carlos Eduardo Barrera. Tal parece que el erenderismo en pleno ha
comenzado a tomar el mando de la rectoría.
Isidro Rogel tiene dos
encomiendas: levantar el paro estudiantil con tintes muy oscuros porque no se
avizoran luces de diálogo; y por otra parte, resolver -concluirlo- el proceso
electivo que quedó pospuesto en su fase final y determinante. Lo interesante
sería saber si el encargado del despacho toma decisiones con base en el poder
que le confirió el Consejo Universitario, o bien, recibe línea de sus
impulsores políticos. Es sabido que presumía llegaría al gabinete erendirista,
y hoy, ha comenzado a reclutar a ese equipo de campaña.
La rectoría interina se
dice abierta al diálogo y a no criminalizar la protesta estudiantil. Sin
embargo, en los hechos se enrarece el entorno universitario. Ayer, durante una
asamblea convocada por la Facultad de Arquitectura en la Alameda Central, estuvo
asediada por personal de seguridad universitaria. ¿Acaso tienen facultades para
hacer tareas de vigilancia y supervisión fuera de los espacios académicos? Aunque
los tiempos diazordacistas parecían lejanos, hay quien siente nostalgia por el
hostigamiento a la protesta estudiantil.
Es urgente abrir el
diálogo entre las autoridades universitarias y la asamblea estudiantil. Porque,
efectivamente, hay irreductibles en los que no se podrá ceder a todas las peticiones;
porque en la medida que pase más tiempo, los pliegos petitorios se volverán más
extensos e interminables; porque el interinato no es un “cheque en blanco”;
porque hay cinco aspirantes que están a la espera de concluir con un proceso
electivo; porque el semestre corre riesgo de perderse.