Toluca, Edomex; 6 de septiembre de 2021.- Ayer todo fue camaradería. Se instaló la LXI Legislatura del Estado de México. La clase gobernante dio muestra de su connivencia. Las campañas electorales parecen superadas por los próximos 18 meses, hasta que se presenten los tiempos de la sucesión por la gubernatura. Los grupos parlamentarios ofrecen lo de siempre: diálogo, consensos, reformas, unidad, trabajo y una serie de buenas intenciones que, en el transcurso de las semanas serán absorbidas por la rutina parlamentaria.
Lo cierto es que, el gobernador Alfredo Del Mazo puede sentirse más a gusto con el Congreso local que inició funciones ayer domingo, con respecto a la integración legislativa de los últimos tres años. El margen de maniobra ha mejorado sustancialmente para transitar con mayor gobernabilidad para el último tercio de su sexenio. Tras las elecciones intermedias, el priísta ha obtenido un respiro para presentar iniciativas y proyectos presupuestales.
En los hechos, Del Mazo cuenta ya con una bancada de veintitrés legisladores. Sin embargo, por el trato político con el que ayer fue recibido, el delmacismo tiene un anexo garantizado de once diputados panistas que seguirán a ciegas la agenda que se instruya desde el Poder Ejecutivo. El PAN asumirá una posición de contrapeso hacia Morena, mucho más disruptiva que el PRI, pensando en las arengas electorales del futuro. Tal parece que Enrique Vargas aspira a convertirse en el plan B del gobernador en turno para sucederlo.
Morena se mantendrá en lo suyo. En los últimos tres años, la mayoría morenista marcó el ritmo de la agenda legislativa, ya sea por un discurso mediático de los temas planteados, o bien, por su incidencia en la presentación y aprobación de reformas legales. La mayoría aplastante de la Legislatura que recién concluyó, permitía a los morenistas decidir qué temas avanzaban, retrocedían o se frenaban. Aunque con equilibrios, seguirán marcando agenda legislativa.
La bancada del PRI asumirá la posición más mesurada de la Legislatura. Afianzará su alianza con el PAN para alcanzar una mayoría simple en temas de difícil consenso; pero también extenderá su brazo para con-vencer al resto de los grupos parlamentarios en las iniciativas presentadas por el Ejecutivo. Desde el ejercicio del poder, es más fácil construir candidatos no disruptivos.
El resto de las bancadas tendrá una presencia testimonial. Por más esfuerzos que han pretendido incidir en diversas reformas, si no se retoman por los grupos mayoritarios, sus iniciativas no trascienden, no se atienden y no se aprueban.
Esa mal entendida pluralidad política, sólo sirve para pintar de colores las oficinas del Poder Legislativo, pero muy pocas veces se convierte en una diversidad de opiniones dentro de la agenda legislativa.
Ayer, fue un día de promesas y de buenas intenciones, que se olvidan cuando los diputados se acuerdan que deben prepararse para las próximas elecciones.
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