Redacción
La presencia del narcotráfico sigue cobrando vidas en el Estado de México. Ayer, en el municipio de Nezahualcóyotl, Jesús Juan Torres Ramos, hermano de la boxeadora Ana María “La Guerrera” Torres, fue acribillado en un antro de la ciudad, presuntamente como un ajuste de cuentas por el pago de piso y venta de drogas al menudeo.
El crimen ocurrió el pasado lunes por la madrugada, junto con otras dos personas, cuyo crimen se lo atribuyó la célula delictiva de La Familia Michoacana, el cual ocurrió al interior del bar Altitud por negarse al pago de la renta, al que obligan los grupos delictivos a cambio de protección.
Torres Ramos –hermano de la pugilista mexiquense campeona del CMB- se desempeñaba como administrador del lugar, ubicado en la avenida Sor Juana Inés de la Cruz, en la colonia Evolución, cerca de la Subdirección Operativa de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) mexiquense. En el sitio también fueron ejecutados el guardia de seguridad y un mesero.
El hermano de la pugilista Ana María, y de la ex regidora de Neza, Elizabeth Torres, así como el mesero y el guardia de seguridad, presentaban el tiro de gracia.
Los sicarios, presuntos integrantes del grupo criminal la Familia Michoacana, dejaron una narcomanta sobre los cuerpos de las víctimas con la leyenda: “Esto les pasa por chapulines y no pagar la renta”.
En el mensaje depositado junto a los cuerpos, los asesinos advirtieron que aún faltan “tres más” por ejecutar.
Apenas ayer miércoles, Jesús Juan fue identificado como el hijo de Claudio Torres, líder de los restauranteros, bares y loncherías de Neza.
Las indagatorias de la Procuraduría General de Justicia de la entidad, apunta a que Torres Ramos conocía a sus agresores, quienes golpearon a la víctima antes de asesinarlo con el tiro de gracia.
Tanto el mesero como el guardia fueron ejecutados al momento que salieron en defensa de Jesús Juan.
Apenas el 23 de septiembre pasado también fue asesinado otro hermano de Ana María Torres, de nombre Pablo Enrique.
