Redacción
Metepec, Edomex; 10 de
junio de 2025.- Un contingente de cerca de 200 estudiantes universitarios volvieron
a las calles del Valle de Toluca en una marcha silenciosa que conmemoraba el “Halconazo”
del 10 de junio de 1971, cuando aquí en la protesta Uaemita se cumplen 42 días de paro estudiantil, y persiste
una falta de diálogo con autoridades universitarias, la ausencia de respuestas
a su pliego petitorio y la estigmatización de su movilización entre algunos
segmentos de la comunidad universitaria.
La movilización tuvo como
epicentro la Casa del Estudiante -el edificio de rectoría- que permanece tomado
desde el pasado 6 de mayo, ante la ausencia de interlocución por parte del
exrector Carlos Eduardo Barrera Díaz, que renunció a su encargo el 13 de mayo,
y heredó el cargo, y de facto, las mismas prácticas dilatorias a Isidro Rogel
Fajardo, ungido como encargado del despacho por un plazo de tres meses, de los
que ya casi cumple un tercio.
Ataviados de blanco y
con cintas simbólicas en sus labios que silenciaban la marcha, los estudiantes
marcharon desde Rectoría hacia el Edificio Administrativo; hicieron pausas en
el Monumento al Maestro y en la Preparatoria 5, donde ondeaban banderas y alzaban
pancartas con las exigencias del movimiento estudiantil: voto universal, gratuidad
a la educación, viva la huelga y un reclamo común de que no se cansarán de esta
lucha social.
El punto culminante fue
el edificio de Uniradio, que durante el proceso electivo sólo se ocupó de
entrevistas a las aspirantes. Aquí donde no resonó el audio del escándalo de
Carlos Eduardo Barrera, hoy los estudiantes tomaron el micrófono para recordar
sus exigencias, sus inquietudes, sus necesidades, sus preocupaciones, sus
anhelos y sus capacidades para hacerse escuchar.
En la víspera, las
autoridades universitarias ya habían reforzado las puertas de acceso por
cuestiones de seguridad interna. Algunas áreas resguardaron su equipo de
cómputo y se tomaron el día de asueto por si “la marcha se salía de control”. Con
una mesita improvisada, un par de micrófonos y un par de sillas, se abrió la
frecuencia para escuchar a un movimiento que aglutina a cientos de estudiantes
y han protestado por más de 40 días, mucho antes del paro, cuando Eréndira
Fierro era aún parte de una contienda desigual.
En plena trasmisión, la
Comisión para el Diálogo se instaló detrás de los jóvenes en el micrófono para
hacer notar su presencia, aunque de la interlocución poco se sabe y menos se
avanza. Otros funcionarios universitarios aprovecharon los cinco minutos de
fama para aparecer en la fotografía, que habrán de colgar en la sala de su casa
como un trofeo, en el momento de crisis universitaria de los últimos 50 años,
aunque hasta hace algunas semanas desestimaron las demandas y las causas
genuinas del movimiento estudiantil.
Luego de 50 minutos de
trasmisión, los estudiantes regresaron a sus espacios académicos porque la
protesta permanece vigente. Mientras la radiodifusora siguió con su
programación normal, con la música amenizadora de la Sonora Santanera. Aquí no
pasó nada, ni pasó nadie… a sus instalaciones.