Francisco Ledesma / La noche del 6 de junio
A través de encuestas, sondeos de opinión y análisis políticos, en el transcurrir de las próximas semanas, partidos y candidatos pretenderán instalar en la opinión pública un resultado anticipado de la noche del 6 de junio, aunque lo importante será reconocer y asumir que a nivel municipal y legislativo podría arrojar una configuración política distinta respecto de las elecciones de 2018.
La noche del 6 de junio, liderazgos políticos y candidatos pondrán su mira en el 2023, como cada elección intermedia que sirve de trampolín para aspiraciones futuras de la clase gobernante que ve próxima la renovación de la gubernatura.
Sin duda, hay actores políticos ajenos a la elección, incluso no visibles en la escena pública de las urnas, que también tienen aspiraciones a suceder a Alfredo Del Mazo, pero este análisis se concentrará entre quienes sí tienen injerencia.
Higinio Martínez logró afianzar al interior de Morena, su ascendencia al imponer a un puñado de candidatos a quienes formó políticamente, o a quienes reclutó desde la oposición. Ahora deberá demostrar que la toma de decisiones fue la correcta, si confirma sus triunfos electorales, y concitar a alcaldes y diputados locales en torno a su proyecto por las elecciones de los próximos dos años.
Se trataría de una revancha política, en una posición de alta competencia para su causa, tras la campaña emprendida en 1999, cuando fue relegado al tercer lugar de la contienda, entonces ganada por el priísta Arturo Montiel.
Enrique Vargas del Villar, se erige como liderazgo del panismo, y uno de los principales impulsores y ejecutores de la coalición con PRI y PRD. Si la jugada sale a su favor, tendrá un paso adelante en la sucesión. Si el resultado es negativo, y no puede siquiera recuperar municipios de otrora corredor azul, puede aspirar a ser un candidato testimonial como los últimos dos abanderados del panismo mexiquense: Luis Felipe Bravo Mena y Josefina Vázquez Mota.
Elías Rescala Jiménez, erigido como el dirigente priísta de facto, tiene el enorme desafío de revivir a un partido inerte. Si logra equilibrar la balanza de municipios gobernados a tercios: Morena, PAN y PRI, eso dará un respiro en la estrategia electoral de 2023, y lo convertirá en el delfín natural del gobernador en turno.
Alejandra del Moral, con un pie fuera de la presidencia priísta, si gana pretenderá reclamar la maternidad de la victoria; si pierde, como en 2018, pretextará que paga los platos rotos de una generación anterior. Un PRI resucitado le favorecerá como el rostro renovado y de la paridad de género para el estado.
Ernesto Nemer, secretario general de gobierno, debe asumir su responsabilidad gubernamental y política. En la primera, debe sortear una elección que transite con civilidad y con una apertura democrática; en la segunda, desde su escritorio debe hacer lo posible para recuperar la gobernabilidad del Ejecutivo estatal, mediante el resurgimiento de ayuntamientos encabezados por el priísmo local.
Ana Lilia Herrera, intentó fallidamente -con renuncia amagada incluida- la candidatura a gobernadora. Si pierde la batalla en las urnas, no habrá mañana para la exalcaldesa de Metepec. Si mantiene su trayectoria invicta en elecciones, nadie le podrá negar su derecho a aspirar, pero en la segunda fila de prospectos.
Horacio Duarte, integrante del gabinete federal, tiene su operación política en Tejupilco y Valle de Bravo, aunque poco, será su carta de presentación en Palacio Nacional, en donde tiene pase directo al despacho principal del presidente.
Y aunque lejanos de la ascendencia política morenista, nadie puede despreciar el capital político que pudieran acumular alcaldes morenistas que pudieran alcanzar la elección consecutiva como Juan Rodolfo Sánchez, Patricia Durán, Raciel Pérez y Fernando Vilchis.
La tenebra
Los resultados que esperan en Palacio Nacional, es reivindicar la mayoría en San Lázaro.
Los resultados que prevén en Lerdo 300, es recuperar un margen de negociación en la Legislatura estatal, y que el gobernador se sienta arropado en sus giras por los municipios.
Las ambiciones personales, salen sobrando.