Francisco Ledesma
Toluca, Edomex; 15 de julio de 2025.- En una elección histórica, este martes marcará un antes y un después, en la forma que la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex) votará a su máxima autoridad, pues la decisión residirá en casi 100 mil universitarios que tendrán la posibilidad de emitir su voto de forma presencial y electrónica, y cuyo resultado se vinculará para la designación de la primera rectora por parte del Consejo Universitario.
En un proceso electivo que comenzó desde el 6 de marzo, con el registro de 9 aspirantes: de las cuales cinco quedaron inscritas, y una más consiguió entrar a la contienda semanas más tarde, producto de un reclamo legal por una violación a sus derechos universitarios.
La competencia universitaria puso en el escenario a Laura Benhumea, María José Bernáldez, Dolores Durán, Eréndira Fierro, Maricruz Moreno y Patricia Zarza.
Las campañas transcurrieron con una acusación sistemática. El proceso electoral era desigual, con “dados cargados” a favor de Eréndira Fierro, quien era la candidata favorida del rector en funciones Carlos Eduardo Barrera Díaz.
El detonante sobrevino el 9 de abril, cuando Eréndira Fierro visitó la Preparatoria 2 Plantel Nezahualcóyotl, y el director había “organizado una fiesta para hacerla sentir como en casa”. Sin embargo, un alumno improvisó una cartulina donde denunciaba el intento de imposición en la sucesión universitaria; y fue amedrentado por dos profesores que seguían instrucciones de sus directivos.
El miércoles 23 de abril, se difundió en un noticiero radiofónico, un audio donde se escuchaba la voz del rector Carlos Barrera quien pedía a un interlocutor, que pusiera orden entre las aspirantes a la rectoría, porque ya se sabía cuál era la línea institucional, o de lo contrario, dejaría las “arcas vacías”.
El escándalo mediático cimbró la calma estudiantil, que de manera organizada comenzó a convocar a suspender labores para exigir la renuncia de Carlos Barrera, la dimisión de Eréndira Fierro y la cancelación del proceso electivo.
Mientras los paros de labores avanzaban, Eréndira Fierro decidió declinar a su aspiración electoral; Carlos Barrera renunció horas antes de concluir su despacho; y se optó por suspender la elección, ante la falta de condiciones para realizar la votación. Al mismo tiempo, se designó a Isidro Rogel como encargado del despacho por un periodo máximo de tres meses.

Las diversas asambleas estudiantiles en paro, tuvieron su momento cumbre el 6 de mayo, cuando realizaron una marcha en protesta por el proceso electivo y arribaron al edificio de rectoría. Pidieron un diálogo directo con Carlos Barrera, quien se negó a recibirlos bajo el argumento de no estar en su despacho.
El alumnado decidió tomar las instalaciones de rectoría y surgió el Enjambre Estudiantil Unificado, que construyó pliegos petitorios individuales y uno general, para emplazar a la autoridad universitaria en la atención de sus demandas y necesidades relacionadas con la falta de insumos, infraestructura obsoleta, y otras carencias que evidenciaron una institución con una deficiente calidad educativa.
Fue hasta el mes de junio, cuando se abrió una mesa de diálogo entre la rectoría interina y el movimiento estudiantil, en la que se acordó romper con la estructura de poder que de forma secreta elegía al rector cada cuatro años.
En un diálogo entre estudiantes -consejeros alumnos y paristas- construyeron una nueva norma estatutaria que abrió la puerta para una votación universal, que daba una ponderación a la participación de estudiantes, docentes y administrativos, y cuyos resultados serían vinculantes con la elección de rectora.
Con esas nuevas reglas aprobadas, este martes la comunidad universitaria llega a la elección de su rectoría, en donde no solamente se abre la decisión a sus sectores, sino también, se da oportunidad para la participación de Centros Universitarios, Unidades Académicas Profesionales, además de dos institutos de investigación y la Escuela de Artes, cuyos espacios hasta hoy en día carecen de integración en el Consejo Universitario.
El nuevo estatuto universitario fue producto de un movimiento estudiantil que promovió durante semanas una votación libre y secreta, pero no es ni por asomo una concesión de las autoridades de la rectoría uaemita.
En total, participarán 53 espacios educativos conformados por 21 Facultades, 11 Centros Universitarios, 10 Escuelas Preparatorias, 7 Unidades Académicas Profesionales, 3 Institutos de Investigación y la Escuela de Artes Escénicas.
Cada espacio académico contabiliza cuatro puntos: dos otorgados por el sector estudiantil; uno por el claustro docente; y uno por el personal administrativo. La aspirante que gane la elección por cada sector, sumará ese puntaje a su favor.
Con base en los 53 espacios académicos y los cuatro puntos, se contabilizan 212 votos; a los que se sumará un voto de la Administración Central.
En el camino, también declinó Dolores Durán García a favor de Maricruz Moreno Zagal.
En medio del paro estudiantil, se resolvió habilitar sedes alternas de votación en Toluca. Uno de ellos en el Teatro Morelos, donde sufragarán los espacios del Campus Colón y la Administración Central. Otro más en la Escuela Normal de Educación Física, donde participarán los espacios de El Cerrillo y Ciudad Universitaria.

Atrás quedaron los
tiempos de las candidaturas únicas. Hoy la comunidad universitaria se alista
para elegir a su primera rectora en casi 200 años de historia, pero con la
posibilidad de votar por cinco diferentes postulaciones.
Laura Benhumea González,
exdirectora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, quien se abrió paso
en el proceso electivo, en medio de una disputa legal hacia la comisión electoral
que había negado su registro sin sustento jurídico. Aunque entró a destiempo,
logró completar el recorrido proselitista.
María José Bernáldez
Aguilar, exdirectora de la Facultad de Derecho. Tiene experiencia en el gabinete
universitario como defensora de los derechos universitarios. A pesar de las
presiones por declinar en sus aspiraciones a favor de alguna de las candidatas,
llega al final de la contienda electoral.
Maricruz Moreno Zagal,
una docente de la vieja guardia, quien fue secretaria de Docencia durante el
rectorado de Rafael López Castañares. Su trayectoria le permitió colaborar en el
diseño educativo de la Universidad Rosario Castellanos, bajo el mando de la
entonces jefa de gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum.
Patricia Zarza Delgado,
exdirectora de la Facultad de Arquitectura y Diseño. Ya hace cuatro años, su
nombre había resonado con fuerza en la sucesión universitaria. Fue secretaria
de Investigación y Estudios Avanzados en la administración que recién concluyó.
Así, casi 88 mil alumnos,
poco más de 7 mil docentes y más de 5 mil administrativos, tienen la decisión
en sus manos para elegir a la rectora de la UAEMex, para lo cual tendrán dos
posibilidades de participación: voto presencial y voto electrónico, según lo
hayan decidido sus espacios académicos.
Los resultados se
conocerán la tarde de este martes. Y la ganadora rendirá protesta del encargo
el jueves 17 de julio ante el Consejo Universitario.