Tropiezos
Mónica Ramírez
Que el Estado de México se encuentre entre los primeros lugares de inseguridad, con 693 homicidios dolosos, 34 secuestros y 8 mil 954 robos con violencia, denunciados ante la Procuraduría General de Justicia de la entidad, en el primer bimestre de 2014, no se trata de un fenómeno “atípico y temporal”, como dice el gobernador Eruviel Ávila Villegas.
Se trata más bien de una serie de omisiones, descuidos, olvidos, negligencias, que han permitido que en esta entidad aflore la corrupción y la impunidad. El Estado de México está, desde hace varios años, siendo disputado por los cárteles del narcotráfico –templarios, familia michoacana, nueva generación, zetas- porque se trata de un territorio fértil para el tráfico y consumo de estupefacientes, así como para la comisión de los delitos que vienen acompañando a la droga.
Esto no es ninguna novedad. Los mexiquenses saben desde hace ya varios años en qué tierra viven. Tampoco tiene nada de extraño que las autoridades en turno, en este caso el gobernador Eruviel Ávila Villegas, minimice lo que sucede en la entidad.
Las frecuentes declaraciones tratando de restarle importancia al problema, han logrado que los “hechos aislados” se conviertan una constante en la entidad. Basta solamente observar y analizar las cifras vertidas por el Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Durante el primer bimestre del año, la Procuraduría General de Justicia de la entidad, reportó al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, la incidencia delictiva del fuero común 2014, en donde se destaca que, entre enero y febrero, se denunciaron 42 mil 77 delitos: robos, lesiones, homicidios, daños patrimoniales, secuestros, violaciones, extorsiones, principalmente.
Recuentos de organizaciones no gubernamentales y de diarios, advierten que el Estado de México es la entidad más violenta del país, y no hace muchos días, a finales de febrero, se tuvo uno de los días más aciagos para la entidad durante el presente año, pues se registraron 15 ejecuciones.
Decir que no pasa nada, tratar de esconder la información, censurar a los medios de comunicación, no va a hacer que los hechos desaparezcan. El que no se sepa ni se denuncie qué es lo que está pasando en el Estado de México en materia de inseguridad, no significa que los delitos no se estén cometiendo.