Redacción
El ex gobernador Arturo Montiel parece erigirse como el gran vencedor de la contienda electoral tanto federal como local de este domingo, donde una inmensa cantidad de alcaldes, diputados federales y locales, así como senadores, se levantaron con la victoria, y tienen una carrera política construida al amparo del aspirante presidencial de 2006, y antecesor de Peña Nieto.
Su vínculo inmediato, por supuesto lo representa Enrique Peña Nieto, candidato presidencial priísta, cuya carrera política ascendió durante el montielismo, hasta consolidarlo en su sucesor, y ahora ungido en Presidente de México.
Pero las ligas del montielismo se evidencian también en Ana Lilia Herrera Anzaldo, electa ya senadora de la República. La carrera política de Herrera sería inexplicable sin el cobijo de Montiel, quien la designó coordinadora de comunicación social y posteriormente secretaria de Desarrollo Social en su administración.
En el ámbito de las diputaciones federales destaca el caso de Miguel Sámano Peralta –ex secretario particular de Montiel- arropado por el Partido Verde; así como José Manzur Quiroga –subsecretario de gobierno en su mandato-. Otros liderazgos que estarán en San Lázaro son Laura Barrera –que en el montielismo se convirtió en la primera secretaria de Turismo-; además de José Rangel Espinoza –a quien el ex mandatario hizo alcalde de San José del Rincón, municipio creado ex profeso-.
En las presidencias municipales ganadas por el PRI, también es evidente la injerencia de Montiel. Ahí está el caso de Pablo Bedolla en Ecatepec –quien fue secretario de Desarrollo Metropolitano-; Martha Hilda González en Toluca –secretaria de Ecología en su gestión-; Carlos Iriarte Mercado en Huixquilucan –a quien hizo director de la Policía Estatal y secretario de Desarrollo Social-.
En la legislatura local, Montiel también hará sentir su peso específico, a través de diputados como Marlon Martínez Martínez –alcalde de Jiotepec en su administración-; David Parra Sánchez –líder del Suteym en su gestión-; y Aarón Urbina Bedolla –que renunció al PAN para sumarse al PRI-.
Bajo ese panorama, Montiel ha empujado a los alcaldes de los municipios más importantes en el Estado de México –desde donde podría impulsar el liderazgo para organizaciones como la FENAMM y la AMMAC-, que aglutinan a los presidentes municipales de todo el país.
También el ex gobernador, podría ser determinante para que sus enclaves se conviertan en coordinadores parlamentarios de las bancadas mexiquenses. En esa posibilidad ya se barajan los nombres de José Manzur al frente del PRI en San Lázaro; y de Aarón Urbina en la legislatura estatal.
En los hechos, Montiel parece influir con mayor liderazgo que el propio candidato presidencial Enrique Peña, y que el mandatario mexiquense –primer priísta de la entidad- Eruviel Ávila Villegas. Montiel se convirtió en el gran elector mexiquense.