Redacción
Enrique Peña Nieto, originario de Atlacomulco, rindió protesta como Presidente de México, con lo que se cumplió la profecía de que un gobernador nacido en dicho municipio al norte de la entidad llegaría a Los Pinos. Luego de fallidos intentos como Alfredo del Mazo, Emilio Chuayffet y Arturo Montiel, finalmente un mexiquense –después de Adolfo López Mateos- pudo ocupar la primera magistratura del país desde el pasado 1 de diciembre.
Con el regreso del PRI a la Presidencia de la República, Enrique Peña Nieto se instaló en la silla presidencial –que durante doce años ocuparon panistas-. Con una trayectoria política de dos sexenio, el hoy Presidente de México, comenzó su ascenso al poder en el mandato de Arturo Montiel en la entidad.
En la década de los noventa, el atlacomulquense fue tesorero de la campaña de Emilio Chuayffet por la gubernatura del Estado de México. Chuayffet triunfó y se convirtió en gobernador en 1993, hoy nombrado como secretario de Educación del Presidente de México.
Ya en el mandato chuayffetista, Peña se desempeñó como secretario particular del titular de la secretaría de Desarrollo Económico, que entonces encabezaba Juan José Guerra Abud, hoy secretario del Medio Ambiente y Recursos Naturales en el Gobierno de la República.
Para quienes lo recuerdan, hace doce años, Peña Nieto era subsecretario de gobierno en el montielato. Hace ya una década, el mexiquense ocupaba la secretaría de Administración, junto con Francisco Guzmán Ortiz –su asesor de cabecera y hoy instalado como coordinador de asesores-; así como María Elena Barrera –su eterna secretaria particular hoy senadora de la República-.
A su paso por la secretaría de Administración, Peña coincidió en el gabinete montielista con el entonces Procurador General de Justicia, Alfonso Navarrete Prida, quien desde el sábado desempeña el cargo de Secretario del Trabajo y Previsión Social.
Como secretario de Administración, le correspondió emprender la renegociación de la deuda pública del estado. Para tales efectos el gobierno mexiquense contrató los servicios de la empresa consultora Protego –de Pedro Aspe- que entonces dirigía Luis Videgaray Caso, ahora convertido en secretario de Hacienda y Crédito Público.
En 2003, Enrique Peña compitió por una diputación local por su natal en Atlacomulco, cargo que ganó sin mayores complicaciones. En la legislatura local se convirtió en coordinador de la bancada priísta.
Para 2005, cuando decidió competir por la candidatura del PRI a la gubernatura del Estado de México, Enrique Peña conoció a Jesús Murillo Karam, quien era el delegado del tricolor en la entidad. Murillo será propuesta por el mandatario de la nación como futuro Procurador General de la República.
En los tiempos de campaña, con una asesoría externa en materia de comunicación, David López Gutiérrez colaboró de cerca con Enrique Peña –aunque no como vocero-. A la vuelta de los meses, López se convirtió en su coordinador de comunicación social en la gubernatura, cargo que ocupó en la campaña presidencial y desde el sábado en la Presidencia de la República.
En esos tiempos de campaña por la gubernatura, designa como secretario particular a Erwin Lino, al que ratificó en el cargo, tanto en la campaña presidencial como en el nuevo cargo que ostenta como titular del Ejecutivo Federal.
A su arribo como gobernador mexiquense, designó a Gerardo Ruiz Esparza como secretario de Comunicaciones. Fue de los pocos funcionarios que duró los seis años de su administración. Desde el sábado, Ruiz es secretario de Comunicaciones y Transportes.
Para 2007, tras el desastre electoral del PRI un año antes, Peña tejió lo necesario para contar con un nuevo delegado del CEN priísta en la entidad, cuyo cargo lo ocupó el ex gobernador de Coahuila, Enrique Martínez y Martínez, actualmente secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación.
Durante su administración, siendo gobernador del Estado de México coincide con Miguel Ángel Osorio Chong –gobernador de Hidalgo-, con quien forjó una sólida amistad y una indisoluble alianza política. Hoy Osorio está hecho secretario de Gobernación.
En dicho sexenio, Peña se hace de la asesoría de Rosario Robles, Aurelio Nuño y Humberto Castillejos, quienes desde el sábado se desempeñan como secretaria de Desarrollo Social; Jefe de la Oficina de la Presidencia y Consejero Jurídico de la Presidencia, respectivamente.
Hacia 2009, en la elección intermedia, el PRI alcanza la mayoría relativa en la Cámara de Diputados Federal. Con la bancada más robusta -45 diputados mexiquenses-, Peña da su beneplácito para que Francisco Rojas se vuelva coordinador de la fracción priísta. Rojas se la juega con el proyecto presidencial de Peña, y es ahora designado titular de la Comisión Federal de Electricidad.
De esa legislatura federal, hay otros priístas, que conjugaron esfuerzos en el proyecto peñista y hoy instalados en el gabinete presidencial.
Ahí están los casos de Claudia Ruiz Massieu, secretaria de Turismo; Jorge Carlos Ramírez Marín, secretario de la Reforma Agraria; e Ildefonso Guajardo, secretario de Economía.
En la víspera de ser designado candidato presidencial por el PRI, la estructura partidista se cimbró con la renuncia de Humberto Moreira, en medio del escándalo de endeudamiento público durante su mandato como gobernador.
Como presidente del PRI es designado, Pedro Joaquín Coldwell, quien por sus oficios políticos ahora fue premiado como titular de la Secretaría de Energía.
El anhelo del Estado de México se ha concretado. Enrique Peña ha asumido la Presidencia de la República, y para su gabinete ha integrado a sus colaboradores más cercanos, los de mayor confianza, y de una trayectoria sólida, con quienes coincidió en diversos momentos de su vida política.