Redacción
Convertidos en poder fáctico inconmensurable, y con motivo del Día del Trabajo, diversos líderes sindicales asentados en el Estado de México celebraron esa significativa fecha por el poder que han adquirido sus organizaciones, lo que ha colocado a sus dirigentes en la antesala de las Cámaras de Diputados Federal y Local, y hasta del Senado de la República a través del PRI, el organismo más leal a sus pretensiones gremiales y de clientelismo electoral.
En el sistema priísta, el poder sindical representa una herramienta de cooptación política que les garantiza la paz laboral, evita las huelgas o paros laborales y les permite acrecentar el número de votos a favor de dicho instituto político. En los comicios del próximo 1 de julio, seis dirigentes sindicales se apuntan por distintas vías al “asalto” del poder público y representar a sus agremiados desde el Poder Legislativo Federal y del Estado de México.
El caso más emblemático para los mexiquenses es Armando Neyra, líder de la CTM en el estado, quien ha fungido seis veces como diputado federal. La más reciente en la legislatura que concluye sus funciones el próximo mes de agosto. Pero desde ahora ya tiene asegurado un lugar en el Senado de la República a partir del próximo mes de septiembre, al situarse en la posición tres de la lista plurinominal priísta rumbo a la Cámara Alta.
El Sindicato de Maestros al Servicio del Estado de México (SMSEM), se ha apoderado de posiciones del poder público a partir de un gremio que aglutina a 80 mil profesores, muchos de ellos afiliados al priísmo, beneficiados otros tantos a partir de posiciones menores como regidores en diversos ayuntamientos. Sin embargo, sus últimos tres dirigentes sindicales ya se alistan para ocupar una curul en San Lázaro o en la Legislatura Estatal a través de diputaciones de mayoría relativa, esto es, mediante el voto en las urnas de sus respectivos distritos electorales.
Fernando Zamora Morales, líder magisterial durante el montielismo, ha dejado vacante su curul como diputado local. Ahora busca convertirse en legislador federal del distrito 26 con cabecera en Toluca. En un mero enroque, Héctor Hernández Silva, dirigente sindical con Enrique Peña, hoy legislador federal buscará ser el legislador local del distrito 2 de la capital mexiquense, el mismo que ganó Zamora hace tres años, en la elección intermedia de 2009.
A esa causa magisterial, se suma el actual dirigente del SMSEM, Roberto Espiridión Sánchez Pompa, quien contenderá por una diputación local por el distrito 7 con cabecera en Tenancingo. De conseguirlo, por primera ocasión en la historia electoral del estado, tres dirigentes sindicales del magisterio ocuparían tres curules distintas en las Cámaras de Diputados Federal y Local.
Tampoco se debe perder de vista la participación del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), cuya lideresa Elba Esther Gordillo ha logrado asentarse con gran poderío en el Estado de México, forjando alianzas electorales desde los tiempos de Arturo Montiel. A través del PANAL, consolidó su poder político durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, el cual fue ratificado durante la elección de Eruviel Ávila Villegas como gobernador del estado.
Para los comicios de julio próximo, el PANAL competirá junto con el PRI y el PVEM en 125 municipios y 30 distritos. La lista de diputados plurinominales para la legislatura estatal la encabeza Lorenzo Gusmán, líder del SNTE en el Valle de Toluca, quien es fiel escudero de la causa electoral de Gordillo en el Estado de México.
La lista la completa David Parra Sánchez, líder del sindicato de burócratas mexiquenses durante el sexenio de Emilio Chuayffet. Parra busca una diputación local por el distrito 30 con cabecera en Naucalpan, en lo que parece una posición ya garantizada para el Suteym en cada legislatura.
En el congreso mexiquense que está por concluir, su entonces dirigente Antonio García Mendoza, se convirtió en diputado local por la vía plurinominal a través del extinto Partido Social Demócrata.