Redacción
En menos de un mes, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes federal consiguió el aval de los ejidatarios y comuneros de San Jerónimo Acazulco, municipio de Ocoyoacac, para afectar parte de sus tierras para la edificación de lo que será el segundo piso de la autopista México –Toluca, que correrá de La Marquesa a Paseo Tollocan.
Ayer durante una asamblea del núcleo de bienes comunales, las autoridades obtuvieron un sí de los comuneros para poder construir la autopista en los próximos meses. A cambio, se indemnizará a la comunidad con 20 millones de pesos, que se traducen en 16 mil pesos para cada uno de ellos.
La asamblea se realizó sin grandes contratiempos, aunque sí hubo inconformidad por el proyecto carretero. De los poco más de 300 comuneros presentes, de los mil 200 que conforman el núcleo comunal, 54 se opusieron a la autopista por considerar que causará un perjuicio a sus propiedades.
Casi todos los que rechazaron el proyecto son comerciantes y dueños de cabañas de comida del Parque Nacional de La Marquesa, que aseguran que con este proyecto, la afluencia de visitantes a este lugar disminuirá sustancialmente y muchos tendrán que cerrar sus negocios por ya no ser viables financieramente.
Incluso hubo quienes acusaron a los representantes de los bienes comunales de haber obtenido dinero de parte de la Secretaría y de una constructora a cambio de lograr que la asamblea aprobara el proyecto.
A decir de algunos comuneros, Manuel González Palma presidente de los bienes comunales; José Juárez Rivera, secretario; Alfredo Díaz Espinoza, tesorero; y Álvaro Peña del consejo de vigilancia, habrían recibido un pago anticipado de la constructora por un millón 200 mil pesos, que no reportaron al resto de comuneros. Sin embargo la imputación no pudo ser soportada por documentos.