Redacción
Una de las corrientes más importantes del PRD en el Estado de México ha decidido romper con el partido. El pasado jueves, luego de una larga asamblea que duró poco más de nueve horas, los integrantes del Grupo de Acción Política (GAP) han decidido renunciar al sol azteca, a pesar de que muchos de ellos fueron fundadores esta organización política que nació tras el fraude electoral del 1988.
Higinio Martínez Miranda, líder de esta corriente perredista, planteó a sus compañeros lo que desde hace más de un año venía cavilando en su cabeza. “Aquí ya no hay nada que hacer”, les expresó a más de 200 líderes regionales del GAP reunidos en un hotel de la ciudad de México, el jueves por la tarde. “El partido ha sido secuestrado y lo peor de todo es que ya no tiene remedio”, les aseguró.
Lo sucedido el pasado domingo en las elecciones internas del PRD, fue la gota que derramó el vaso. Hace una semana, exactamente, en esos comicios internos, el sol azteca volvió a dar muestras que, de democrático no tiene mucho, y las elecciones, para sorpresa de nadie, volvieron a ser un cochinero.
En Texcoco, cuna de esta corriente de la que forman parte además de Higinio Martínez, Horacio Duarte Olivares, Maurilio Hernández, Elena García, Enrique Galicia, y América Rivera Tavizón, se robaron urnas, y luego por la noche, las mismas se presentaron ante la comisión electoral, llenas de votos.
Lo mismo sucedió en Cuautitlán y Tultitlán, considerados bastiones del GAP, al igual que en Chicoloapan y Jiquipilco, donde ni siquiera se pudieron instalar mesas receptoras del voto.
Los del GAP han acusado a las corrientes Alternativa Democrática Nacional (ADN) del senador Héctor Bautista y a Nueva Izquierda (NI) que dirige en el estado, Javier Salinas Narváez, de llevar a la debacle al PRD.
Y en efecto. En 2009, con Luis Sánchez (ADN) y Cipriano Gutiérrez (NI) al frente del perredismo mexiquense, el partido perdió espacios importantísimos en la geografía electoral. El PRI les arrebató Nezahualcóyotl, Ecatepec, Chalco, Valle de Chalco, Texcoco y Tultitlán, donde se asienta casi el 40 por ciento de la población del Estado de México. De 20 legisladores locales en la legislatura pasada, pasaron a sólo nueve en la actual.
Ante este escenario, el PRD dirigido por representantes de ADN y NI plantearon entonces hacer una alianza con el PAN para enfrentar las elecciones de gobernador en julio de este año. Y ahí la fractura se ahondó. Varias corrientes perredistas encabezadas por el GAP se opusieron a la alianza, y se plegaron a los designios de Andrés Manuel López Obrador, quien finalmente fue el que impidió que en el estado se pudiera concretar la coalición con Acción Nacional, al mandar a Alejandro Encinas como candidato.
Los resultados de la elección de gobernador volvieron a hacer un fracaso. En campaña a Encinas lo dejaron sólo ADN y NI, por haber impedido la alianza con el PAN, y las consecuencias fueron desastrosas. El priísta Eruviel Ávila ganó con una ventaja de tres a uno.
Tras los comicios constitucionales, vino la renovación de la dirigencia estatal. ADN y NI que controlan el 60 por ciento del Consejo Estatal, lograron imponer a Juan Hugo de la Rosa y Ana Yuritzi Leyva como presidente y secretaria general. El GAP, con apenas el 30 por ciento de los votos, pudo hacer poco para impedirlo.
Higinio Martínez, a quien también lo han acusado por su cercanía con el PRI en momentos claves, recalcó a los agremiados del GAP: “Con estos al frente del partido, el PRD no tiene futuro. Nosotros tampoco tenemos cabida en su proyecto. Es mejor salir ahora y buscar que en el 2012, Convergencia y el Partido del Trabajo nos abran espacio para buscar algunas alcaldías”.
Luego, dijo, buscaremos hacer un partido local que en realidad represente los principios de la izquierda. O bien, si López Obrador hace de su movimiento un partido, poder sumarnos a él.
La mayoría de los dirigentes del GAP aceptaron la determinación de romper con el PRD. Muchos con lágrimas en los ojos aceptaron la decisión de su líder. Pocos fueron los que se opusieron y los que pidieron reflexionar un poco más la determinación.
Este lunes, en un nuevo cónclave en el Distrito Federal, los integrantes del GAP se reunirán para tomar la última palabra. “ No hay vuelta de hoja” han confiado desde la cúpula del GAP, la decisión ha sido tomada y es lo mejor para todos”.
En contraparte, en las filas de ADN y Nueva Izquierda, hubo sonrisas. Los dirigentes y operadores emprendieron la búsqueda de algunos liderazgos del GAP para tratar de convencerlos de que no se vayan del PRD y se sumen a sus corrientes, pero no han reparado que este cisma apenas inicia y que es probable que otras corrientes sigan los pasos del Grupo de Acción Política, antes de que el barco de la Revolución Democrática se hunda aún más.