Redacción
Una denuncia civil por hostigamiento, discriminación y marginación laboral que presentó una trabajadora de la Junta de Conciliación y Arbitraje del Valle de Toluca hace tres años, en contra de sus superiores, finalmente será resuelta este viernes, nada menos que por el máximo tribunal del país.
Será hoy cuando la primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, discutirá y resolverá el juicio de amparo que promovió Martha Leticia Benhumea Juárez, quien reclama una indemnización por el daño moral que le causaron funcionarios de la Junta de Conciliación y Arbitraje del Valle de Toluca, luego de que la quejosa, sólo exigía respeto en el ambiente de trabajo.
La resolución que dicte la Corte será fundamental para casos de acoso y hostigamiento laboral ya que al no existir leyes en México, que regulen o atiendan estos asuntos, la posición que asuman los magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, asentará jurisprudencia y se podrá establecer si los tratados internacionales en materia laboral, también son aplicables en el país.
Martha Leticia Benhumea se desempeñaba como proyectista de sentencias en juicios de materia laboral. Con 18 años de carrera nunca tuvo problemas, sino hasta hace 3 tres años, cuando tuvo un altercado con la secretaria del entonces presidente de la Junta de Conciliación y Arbitraje del Valle de Toluca, José Bernardo García Cisneros, quien la trataba de forma despótica.
Las continuas faltas de respeto orillaron a Benhumea a presentar una queja formal ante García Cisneros para que cesaran los insultos. El funcionario lejos de atender la petición de la proyectista de sentencias tomó represalias en su contra.
En un inicio, le ordenaron dejar físicamente el área que ocupaba en la Junta de Conciliación, porque se le asignaría uno nuevo. Ella, sin pensar que le esperaba aceptó de inmediato. Sin embargo, le asignaron un lugar muy incómodo para trabajar. Al lado de la fotocopiadora, donde además había mucho tránsito de personas.
“El trabajo que desempeñaba requería de mucha concentración para la elaboración de sentencias en materia laboral, pues son asuntos muy delicados. Y en las condiciones que me dieron, no podía concentrarme. Además poco a poco me fueron cargando de más trabajo hasta que llegó la saturación”, dijo.
A finales del 2010, unos meses después del conflicto, mandaron llamar a todos los proyectistas de sentencia a las Oficinas Centrales de la Junta. “En un salón de reuniones estábamos todos y uno a uno los fueron llamado para entregarles su bono anual de productividad. A todos mis compañeros les dieron su bono y yo fui la única a quien no le dieron”, dijo.
No tengo duda de que actuaron con dolo, alevosía y ventaja para exhibirme –dice Martha Leticia Benhumea– lo que querían era ponerme en ridículo, agregó.
Martha Leticia cayó en una depresión por el maltrato al grado que requirió de atención psicológica y psiquiátrica, donde le diagnosticaron graves secuelas por el hostigamiento del que era víctima. Fue entonces que se decidió a demandar a la Junta de Conciliación y Arbitraje por hostigamiento, discriminación y marginación.
Tiempo después la comisionaron a otra área de la Secretaría del Trabajo, donde prácticamente no tiene funciones y sólo cubre un horario.
La denuncia la presentó ante un juzgado civil de primera instancia en Toluca, donde reclamó una indemnización por el daño que le habían causado. El juez se la negó, pues Martha dejó pasar la oportunidad de presentar pruebas, porque en la Junta de Conciliación y Arbitraje le prometieron conciliar, pero la reunión nunca llegó y el juez resolvió.
Luego, promovió una apelación aportando pruebas, pero los magistrados de la segunda instancia, confirmaron la sentencia del juez.
El año pasado recurrió a la justicia federal donde presentó ante un Tribunal Colegiado en materia civil un juicio de amparo directo. El Colegiado, comenta Martha, solicitó a la Corte atraer el caso, ya que en el Estado de México no existe legislación para atender estos asuntos de acoso y hostigamiento laboral.
La Corte aceptó darle entrada al expediente en septiembre pasado y hoy finalmente se resolverá.
“Si la Corte me da la razón, pues se habrá hecho justicia, pero de cualquier forma ya he procedido ante la Corte Interamericana, donde he solicitado que se sancione al Estado de México por no tener norma para castigar el acoso laboral.
“Después de tanto tiempo no me arrepiento. A mí me bastaba con una disculpa pública, pero no fue así. Me quisieron sorprender dándome migajas. Desde pequeña me enseñaron a luchar por principios y valores y eso he hecho.”