Redacción
La muerte de un presunto delincuente ocurrida ayer en el mercado de San Juan en el municipio de Nezahualcóyotl dejó de manifiesto el descontento social y la desconfianza hacia las autoridades judiciales para abatir la impunidad el Estado. En lo que va del año, se han registrado al menos una decena de acontecimientos con intentos de linchamiento en contra de probables delincuentes, lo que ha derivado en la muerte de cuatro personas en las últimas dos semanas.
Pese al rechazo por parte del procurador general de justicia Alfredo Castillo Cervantes sobre el linchamiento ocurrido ayer en Nezahualcóyotl; los hechos derivaron de un presunto asalto a un comerciante del lugar quien habría resultado muerto a manos de una persona identificada como “El Patachín” quien fue asesinado en el lugar por impacto de arma de fuego, frente a la impotencia social para hacer justicia por propia mano.
Aunque el secretario de seguridad ciudadana, Salvador Neme Sastré confirmó el linchamiento, de inmediato el titular de la PGJEM, Alfredo Castillo buscó acallar las versiones, para establecer que en la indagatoria ministerial ya se investigaba un doble asesinato. En conferencia de medios Castillo Cervantes sostuvo que por las características del homicidio del presunto asaltante no se podría considerar como un linchamiento producto de una turba social como ocurrió en Chalco.
Fuentes policíacas reportaron que “El Patachín” ya era identificado por vecinos del lugar como un asaltante de otros locatarios; y pese haber sido puesto a disposición del Ministerio Público local en otras ocasiones, había sido liberado. Por ahora, la Procuraduría General de Justicia busca acreditar responsabilidades en el doble homicidio, aunque ha dejado abierta la posibilidad de que la muerte del presunto delincuente haya sido producto de una reacción en defensa propia de los comerciantes del mercado antes mencionado.
Sin embargo, hasta ahora la Policía Estatal no ha emitido una versión oficial, a pesar de que su principal responsabilidad es evitar este tipo de acontecimientos, como los ocurridos en Chalco y Nezahualcóyotl, donde incluso en el primero de los casos, se tuvo presencia de agentes policíacos y fueron incapaces de contener a los vecinos que dieron muerte a tres personas por ser presuntos secuestradores, aunque las líneas de investigación apuntan a que se trataba de una situación sentimental entre una de las víctimas con una vecina de esa comunidad.