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El Altiplano. La Máxima Seguridad puesta en duda.

Penal del Altiplano: La nueva casa conocida de «El Chapo»

El Altiplano. La Máxima Seguridad puesta en duda.

Redacción

Desde su construcción a principios del sexenio de Carlos Salinas de Gortari, en 1988, el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 1, ubicado en la comunidad de Santa Juana del municipio de Amoloya de Juárez, en el Estado de México, se concibió como una cárcel de máxima seguridad.

A lo largo de los años, así se ha mantenido, pues hoy por hoy se le conoce como la cárcel más segura del país, incluso algunos activistas de derechos humanos y abogados de internos ahí recluidos, lo han calificado como “un centro de exterminio” por la estricta disciplina que se impone dentro de esas paredes de más de un metro de grosor.

En ese centro penitenciario han estado presos, –muchos aún lo están—los delincuentes más peligrosos de las últimas dos décadas y media, y es ahí donde el gobierno federal ha decidido recluir, de nueva cuenta al criminal más buscado del mundo, Joaquín Guzmán Loera, mejor conocido como “El Chapo”, detenido la madrugada de este sábado en un hotel de Mazatlán, Sinaloa.

El ingreso ayer de Joaquín “El Chapo” Guzmán a esta cárcel no es el primero, pues ya antes había estado recluido en este lugar por espacio de dos años. Cuando se le capturó por primera vez en 1993 en Guatemala, el líder del Cártel de Sinaloa fue preso en este sitio, hasta que el 20 de noviembre del 1995 se le concedió el traslado al penal de Puente Grande, donde se escapó el 19 de enero del 2001.

Desde 1991 cuando abrió sus puertas, el penal federal de máxima seguridad de Almoloya de Juárez, hoy conocido como el Altiplano, –antes La Palma—ha recibido a huéspedes destacados en el mundo criminal.

Aquí se internó a  Héctor Luis “El Güero” Palma y a Ernesto Fonseca Carrillo “Don Neto”, los primeros capos del narcotráfico reconocidos por el gobierno federal a principios de la década de los noventa. Precisamente estos dos personajes fueron quienes impulsaron la carrera delictiva de “El Chapo Guzmán”. El Güero Palma sigue preso, pero en el penal de Puente Grande y Don Neto, recuperó su libertad gracias a un amparo hace unos meses.

También han sido huéspedes distinguidos del penal de Almoloya otros narcotraficantes como los hermanos Benjamín, Rafael, Eduardo y Francisco Javier Arellano Félix, quienes conducían el cártel de Tijuana. Todos ellos extraditados a los Estados Unidos.

Antes de ser entregado a las autoridades estadounidenses, también piso esta cárcel el líder del Cártel del Golfo, Osiel Cárdenas Guillen.

Del cártel de los Beltrán Leyva han estado recluidos en este penal Edgar Valdez Villareal “La Barbie”; José Jorge Balderas Salas, “El JJ”, y Gerardo Álvarez Vázquez, “El indio”.

El Rey de las metanfetaminas, Jesús Amezcua Contreras, arrestado en junio de 1998 también fue preso en este penal

Personas cercanas a “El Chapo” también fueron internadas en esta cárcel federal. En 2005, su hijo Iván Archivaldo Guzmán Salazar, alias “El Chapito” fue internado aquí, pero meses después de su reclusión fue liberado por falta de pruebas.

Además de narcotraficantes se encuentran homicidas como Mario Aburto Martínez, asesino material del entonces candidato presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio; secuestradores como Daniel Arizmendi López, “El Mochaorejas” y personajes vinculados a la política como Raúl Salinas de Gortari, hoy absuelto de enriquecimiento ilícito y del homicidio de su cuñado José Francisco Ruiz Massieu, y el exgobernador de Quintana Roo, Mario Villanueva Madrid, también extraditado a los Estados Unidos.

 

El Altiplano no es tan seguro

A pesar del mito de la extrema seguridad de este sitio, que ha sido reforzada por las propias familias de narcotraficantes e internos aquí recluidos que una y otra vez han presentado quejas por los maltratos a que son sometidos los presos, el penal del Altiplano es una de las cárceles federales donde se han reportado más muertes a lo largo de sus 25 años de operación.

En estas dos décadas y media han muerto al interior de  esta cárcel  26 presos: 13 por enfermedad, 11 por suicidio y 2 más por asesinato, según lo investigó el periodista Gustavo Castillo para el diario La Jornada.

Curiosamente los dos homicidios ahí registrados fueron en contra de gente cercana a “El Chapo” Guzmán: Miguel Ángel Beltrán Lugo, “El Ceja Güera”, quien fue ultimado a tiros el 6 de octubre de 2004, y de Arturo “El Pollo” Guzmán Loera, hermano de “El Chapo” el 31 de diciembre del mismo año.

Estos homicidios no han sido esclarecidos a la fecha, pues no se ha dejado en claro como ingresaron las armas a este sitio custodiado por más 500 personas, con cámaras de video en cada celda y donde prácticamente es imposible el ingreso de un arma del exterior.

El Altiplano tiene una capacidad para albergar a 816 presos y a la fecha se encuentra al 95 por ciento de su capacidad.