Redacción
Distrito Federal. 8 de octubre de 2015.- El Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México obtuvo un crédito revolvente sindicado por 3 mil millones de dólares para la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), que será edificado en terrenos del exlago de Texcoco en el Estado de México.
Este financiamiento representa la primera etapa para dar viabilidad a 21 paquetes de licitaciones que serán desarrollados entre 2015 y 2016, aunque se estima que el crédito total ascienda a los 6 mil millones de dólares.
El crédito es revolvente por siete años, lo que permite tener la flexibilidad necesaria para construir el nuevo aeropuerto, en tanto que al momento que se vaya generando un saldo en el financiamiento, se llevan al mercado emisiones de bonos a largo plazo por seis mil millones dólares.
El diseño del crédito establece que los flujos del actual y del futuro aeropuerto sirvan para financiar el proyecto, al tiempo que permiten que los desembolsos se adapten al ritmo de ejecución de obra sin tener que pagar un costo financiero excesivo.
El secretario de Comunicaciones y Trasportes (SCT), Gerardo Ruiz Esparza afirmó que se trata del “crédito revolvente sindicado más grande de América Latina”.
Fernando Aportela, subsecretario de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), precisó que para lograr el financiamiento estructurado total por 6 mil millones de dólares se llevó a cabo un proceso de selección transparente que evaluó la experiencia, presencia global y local, balance y capacidad de ejecución de las principales instituciones bancarias a nivel mundial.
Entre las instituciones financieras y crediticias que participan de este crédito revilvente sindicado se encuentran; Banamex Citi, HSBC, JP Morgan, Santander, BBVA, Scotiabank, Inbursa, Bank of Tokyo, Credit Agricole, Mizuho, Sumitomo, ING y Sabadell.
Ruiz Esparza abundó que la firma de este convenio refleja que las instituciones financieras tienen confianza en el país y es muestra tangible de que la solidez y la estabilidad de la economía, y las reformas estructurales, propiciaron que México se consolida como un atractivo destino para la inversión productiva generadora de empleos.