Toluca, Edomex, 23 de noviembre de 2023.- Ahora que el Partido Verde trata de purificar al eruvielismo, con motivo de que ha comenzado a reclutar a distintos cuadros vinculados con el exgobernador mexiquense, debe recordarse la herencia política del ecatepense. No son los mejores referentes de un partido que insiste en una oferta de ideas renovadas y una clase gobernante santificada por el simple hecho de enfundarse en las causas ecologistas. En más de una ocasión, jugó en contra del propio priísmo local.

Uno de los operadores eruvielistas que operan bajo la sombra es César Gómez Monge, responsable del desastre financiero del sector salud en el Estado de México. Durante su administración, el sistema sanitario creció exponencialmente su base burocrática, quienes impulsaban sus aspiraciones electorales. Dejó inconclusos una decena de hospitales, aun cuando los recursos financieros existieron para su construcción y equipamiento. Y en ese periodo, se agudizó el desabasto de medicamentos como nunca antes. Hoy sigue siendo el operador político del eruvielismo en el Partido Verde.

Eruviel rescató de la defenestración política a personajes como Isidro Pastor, Mauricio Valdés y Trinidad Franco, quienes ya habían traicionado en alguna ocasión al priísmo mexiquense. Les otorgó cargos en el ejercicio de gobierno. Y con el paso del tiempo, Pastor, Valdés y Franco confirmaron que su lealtad política estaba en su conveniencia económica. Pastor migró fallidamente a otro partido. Valdés es un referente en la operación electoral de Morena. Franco es pieza fundamental en el gabinete de Delfina Gómez.

El exgobernador mexiquense aguarda para anunciar formalmente su incorporación al Partido Verde. Sin embargo, ya en la antesala ecologista se enlistaron Alfredo Torres, Indalecio Ríos, Erasto Martínez, Cruz Roa, Tanya Rellstab, quienes tienen un denominador común, se opusieron a la candidatura de Alfredo Del Mazo en 2011 y 2017. Le intentaron cerrar el paso a Alejandra del Moral en 2023. Y en más de una ocasión apoyaron las aspiraciones de la hoy delegada del PRI en la entidad. No siempre respetaron las reglas no escritas del priísmo.

Raymundo Martínez, alcalde de Toluca, hoy inmerso en escándalos políticos y personales tuvo su mayor ascenso político en el sexenio eruvielista. De haber sido un funcionario de medio rango durante años, Ávila lo encumbró como secretario de Educación. Desde ahí, forjó una operación política más allá de los temas educativos. Lo impulsó como diputado local y secretario general del PRI en la elección delmacista. Con esa trayectoria, buscó la presidencia municipal de Toluca, impulsado por la dirigencia panista. Del Mazo cedió, aunque con sus resistencias personales. Los resultados están a la vista.

En esa herencia eruvielista falta por ver la toma de decisiones de personajes como Arturo Osornio, Carlos Iriarte, Carlos Aguilar, Adrián Fuentes, Carlos Cadena, Andrés Fernández, Rosalinda Beníntez, entre otros. Todos ellos reúnen el perfil para integrarse al Partido Verde, aunque no por sus mejores cualidades.