Toluca, Edomex; 23 de abril de 2024.- Los partidos políticos -todos sin excepción- han dado muestra de su desorganización y de su falta de disciplina al momento de registrar, primero sus convenios de coalición; y posteriormente, sus candidaturas a diputaciones locales, alcaldías, sindicaturas y regidurías. La falta de seriedad para estar ajustando inscripciones, cuando faltan tres días para las campañas electorales, exhibe que lo que menos importa son los perfiles de sus postulaciones, el proyecto de sus gobiernos o la empatía con los votantes. La prioridad son las componendas políticas de sus burocracias partidistas.

Aunque ya todos inscribieron sus listados de candidatos a diputaciones plurinominales; es evidente que no son las definitivas. En donde prexiste el mayor escándalo es en el PT y el PVEM, pues a la fecha ninguno ha difundido a sus posibles legisladores de votación indirecta. En Morena tampoco hay cosas definitivas, porque falta la insaculación de sus militantes para meterse en el selecto grupo de los «pluris”, cuyo sorteo fue cancelado en semanas pasadas. Y en serio, ¿la mejor opción del PRI está encabezada por Alejandro Castro y Mercedes Colín, o solo fueron enlistados para cumplir con los tiempos legales?

Un puñado de alcaldes y diputados locales se llaman a sorpresa porque no encontraron acomodo para la elección consecutiva. En octubre pasado, Alejandro Moreno se comprometió a la reelección de todos, a cambio de que apoyaran la imposición de Ana Lilia Herrera como dirigente estatal. A la distancia, Alito ha mostrado su verdadera formación política y su esencia personal. El incumplimiento de sus promesas electoreras, lo muestra de cuerpo entero. Nadie debe olvidar que cuando pretendía ser el presidente nacional del PRI, el gobernador Alfredo Del Mazo le organizó un cónclave en Casa Estado de México, con todos los mandatarios priístas; y a la vuelta del tiempo, el campechano ya quería hasta expulsar al mexiquense de las filas tricolores.

El ocaso de Óscar González es evidente. El dirigente del PT en el Estado de México nunca se ocupó de la formación de cuadros políticos. Tampoco visualizó la necesaria renovación generacional. Durante tres décadas ejerció el control del partido, para beneficiar sus propios intereses. A lo largo del tiempo, hasta sus más incondicionales prefirieron romper con todo pacto político. La ascendencia política no podía ser eterna, y hoy paga sus propios errores. Quitarle el poder de decidir candidaturas y el manejo de las finanzas del partido, lo pone en un estado de indefensión. La icónica frase: “Con los del PT no te metas”, podría hoy ser más necesaria que cuando paseaba en estado de ebriedad en Metepec.

Movimiento Ciudadano es una incógnita para el Estado de México. Mientras en otros estados sorprenden, aquí son una absoluta decepción. En sus expectativas, podrían estar muy satisfechos con un par de diputados locales, y la conservación de su registro. El trabajo político de Juan Zepeda ha sido nulo en los últimos tres años. En los Ayuntamientos, las posibilidades pueden ser muy altas en ganar regidores, pero porque habrá dos grandes bloques enfrentados en una gran cantidad de municipios. Es decir, su crecimiento podría ser resultado del encono electoral entre la alianza oficialista y la opositora, y no por ellos mismos.