Toluca, Edomex; 9 de diciembre de 2022.- Un par de cambios abruptos, sorprendieron ayer la conformación del gabinete delmacista. En medio de las especulaciones, todo apunta que cualquier ajuste político en las esferas de gobierno tendrá como premisa fortalecer la estrategia electoral del 2023. Y en esa toma de decisiones también se involucra desde ahora a Alejandra del Moral.
Martha Hilda González, una de las funcionarias más cercanas a Del Mazo, presentó su renuncia a la Secretaría de las Mujeres. Antes, ocupó la Secretaría del Trabajo en este sexenio. En la elección de 2021, fue una de las operadoras políticas en la capital mexiquense. Tras su dimisión, se convirtió en uno de los perfiles más robustos para ocupar la dirigencia del PRI del Estado de México, una vez que se oficialice la coalición electoral con PAN y PRD; y se dé el ungimiento de Alejandra del Moral como candidata a la gubernatura.
La tradición priísta -dentro de sus reglas no escritas- se contempla que el dirigente del PRI que emite la convocatoria para elegir la candidatura a la gubernatura, termina por desgastarse políticamente; y ceder la estafeta. La conformación del equipo de campaña, incluida la presidencia del tricolor, ya es una decisión conjunta entre el gobernador en turno y el candidato. En esa encomienda, parece cuestión de 80 días para la salida de Eric Sevilla.
La exalcaldesa de Toluca tiene una amplia interlocución con los exgobernadores mexiquenses. Su arropo político se identifica con el infaltable César Camacho. Su ascenso político se dio en el sexenio de Arturo Montiel. Con oficio también logró ganarse el afecto de Enrique Peña. En San Lázaro, coincidió con Alfredo Del Mazo, y desde entonces se convirtió en uno de sus alfiles con mejor carrera partidista, en medio de un equipo de tecnócratas. En los más recientes comicios, tejió fino para ganarse la confianza de Alejandra del Moral.
El PRI sigue la ruta morenista. Si el partido guinda definió una coordinadora estatal; el tricolor copió la estrategia. Morena tiene un coordinador de campaña con un discurso sólido; y el priísmo ya apunta en la misma dirección. Si los morenistas tendrán una dirigente mujer en la campaña; el tricolor podría caminar por el mismo camino y hasta podrían tener el mismo nombre de pila.
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En otro movimiento al gabinete, Del Mazo ha hecho una amplia concesión al eruvielato. A partir de este viernes, Brenda Alvarado tendrá bajo su responsabilidad el manejo político de los padrones de beneficiarios de programas sociales, incluida la insignia del sexenio, el salario rosa. El actual mandatario mexiquense ha lanzado un guiño a su antecesor para sumarlo a la muy difícil encomienda de ganar la elección a efectuarse el domingo 4 de junio de 2023.
En la víspera, Eruviel ya había sido incluido en la estructura priísta, a través de sus operadores políticos José Manzur, Cruz Roa, y eventualmente Alfredo Torres. Parece que el veto al eruvielismo ha terminado, aunque quizá ya sea demasiado tarde. La adhesión del Grupo Ecatepec a la campaña electoral priísta, podría ser todavía una incógnita, cuando pueden jugar en las pistas de Delfina Gómez o del propio Juan Zepeda, a quien encumbraron en los comicios de 2017.
Alvarado tendrá desde ahora, la responsabilidad política del asistencialismo del gobierno estatal, que se deberá traducir en votos a favor del PRI.
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