Toluca, Edomex. 07 de enero de 2019.- El año que recién comienza tendrá tres variables que sellarán la agenda pública del estado. Los Ayuntamientos entrantes, como cada inicio de administración, marcan distancia de sus antecesores. Los alcaldes ya en funciones buscan contrastar sus gestiones con los abusos y omisiones de sus antecesores. Los nuevos ayuntamientos deberán entender que no sólo se trata de grandes impactos mediáticos, ni tampoco todo puede reinventarse en escasos tres años de gobierno.
Eruviel Ávila se robó las primeras planas de los primeros días del año. El exgobernador disponía de dieciséis escoltas de la policía de Ecatepec. El alcalde Fernando Vilchis decidió reinstalarlos en tareas de seguridad pública. Ahora el exmandatario deberá buscar otras alternativas para su custodia. El senador priísta ha preferido el silencio. Otros alcaldes saldrán dentro de poco a denunciar la deuda pública, el vacío mobiliario de las oficinas y otros excesos que parecen sistemáticos entre la clase gobernante que se va, y la que entra.
Un asunto inaplazable. Una decena de presidentes municipales que dejaron el cargo hace una semana, pasarán poco tiempo desempleados. El gabinete delmacista parece un refugio natural para la élite priísta. El poder público como bolsa de trabajo para quienes ya gobernaron tres años. El listado final se deberá palomear esta misma semana. Lo difícil no será elegir a quienes se incorporan, sino prescindir de algunos cuadros, incluidos exalcaldes de hace tres años. La limpia también incluye a las mujeres y hombres vinculados a Eruviel Ávila.
Afortunadamente para el hartazgo social, este año no habrá elecciones en el Estado de México. Los últimos 24 meses resultaron una pesadilla para los votantes. En 2017, el año transcurrió entre precampañas, campañas, elecciones y transición por la gubernatura estatal. El año que apenas concluyó no fue distinto: precampañas, campañas, elecciones y alternancias en los 125 municipios. Los gobiernos paralizados por la veda electoral. La polarización política es insufrible aún en muchos municipios. Y la agenda pública estuvo distraída en las votaciones.
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Heriberto Oviedo Don Juan, líder transportista ligado a organizaciones clientelares del priísmo, falleció el pasado jueves a consecuencia de un infarto fulminante. En el sexenio eruvielista, lo acusaron de haber falsificado documentos para acceder a más de 500 concesiones del transporte. Entonces, organizó bloqueos en los municipios de Naucalpan, Tultitlán, Tlalnepantla y Nezahualcóyotl. Estuvo defenestrado de las estructuras del poder.
El exdirigente priísta Carlos Iriarte lo protegió, y lo nombró coordinador del Movimiento de Transporte Multimodal en la cartera del partido, en la víspera de la campaña del actual mandatario, Alfredo Del Mazo Maza. En el sexenio delmacista, Oviedo volvió a ser uno de los operadores consentidos del transporte público del estado. El propio Raymundo Martínez le dio el pésame el sábado anterior.
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