Toluca, Edomex. 28 de octubre de 2014.- La hasta ahora indiferente actitud mostrada por el gobernador Eruviel Ávila con respecto a la recomendación hecha por la Comisión Nacional de Derechos Humanos por el caso de Tlatlaya, refleja que ni las autoridades ni muchas organizaciones sociales han dimensionado la relevancia de la gravedad señalada a la actuación de los agentes de la Procuraduría General de Justicia de la entidad. El cajón de los derechos humanos sigue siendo un lugar incómodo donde los gobiernos guardan los asuntos que más les incomodan.
El procurador Alejandro Gómez Sánchez debiera por mínima congruencia presentar su renuncia a la brevedad, como máximo responsable de una institución que se ha comprobado incurrió en la permisibilidad para la alteración de la escena del crimen, y la tortura de testigos, para favorecer determinadas diligencias ministeriales. Años antes, Alberto Bazbaz se fue por un escándalo mediático protagonizado por la niña Paulette, pero hoy se trata de una recomendación que manifiesta una procuraduría arcaica, obsoleta y negligente a la que inunda el cinismo de sus acciones.
No sólo se trata de una exhibición mediática. Las condiciones generales que describen cómo la Procuraduría de Justicia del Estado de México concluye sus tareas básicas, también explica el grado de impunidad que padecen los mexiquenses. En consecuencia, eso deriva en una ola delictiva sistemáticamente al alza, en tanto que los delincuentes se saben que las posibilidades de recibir un castigo son mínimas. El caso Tlatlaya debe conllevar consecuencias administrativas, penales y estructurales para garantizar que se aprendió la lección.
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Resulta que no son dos sino tres los tiradores a presidir la Junta de Coordinación Política de la Legislatura local a partir del año entrante. El PRI da como un hecho que mantendrá la mayoría absoluta en la integración del congreso mexiquense, por lo que el coordinador de los priístas sería quien presida el poder legislativo. De esa forma, ya hacen fila desde ahora Raymundo Martínez -empujado por Eruviel Ávila-; Miguel Sámano -bajo el arropo de Carlos Iriarte-; y Raúl Domínguez Rex, con el apoyo de la CTC y aliados políticos que sintieron una afrenta por su penosa salida del PRI estatal.
A propósito de elecciones, en Ecatepec el priísmo busca deshojar la margarita para la determinación del candidato a alcalde. Las apuestas se inclinan por Alfredo Torres Huitrón, hijo de Alfredo Torres Martínez –secretario de desarrollo urbano-. Poco a poco, Indalecio Ríos ha sido desplazado, por lo que su destino podría dirigirse a ser diputado federal o local. La tierra natal de Eruviel Ávila toma mayor morbo, ya sea por lo simbólicamente electoral, por su trascendencia presupuestal o su peso electoral.
Mucha confusión ha generado la ley electoral, que contempla para quienes aspiran a algún cargo de elección en junio próximo haberse separado del mismo durante el proceso electoral. Por esa razón, muchos han comenzado a preparar maletas o a solicitar licencia de sus cargos, para evitar que una errónea interpretación de la legislación electoral los deje fuera de su aspiración electoral. En esa medida se explica la salida de Tania Hurtado del Ayuntamiento de Toluca la semana pasada.
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