loader-image
Toluca, MX
12:34 pm,
temperature icon
cielo claro
Hora Estándar Central

OFF THE RÉCORD

debate132La silla vacía dentro del debate del movimiento Yo Soy 132 marcó la ausencia de Enrique Peña Nieto, a un ejercicio deliberativo por demás innovador, ágil, y que sobre todo tuvo el atrevimiento de tocar temas que parecían vedados en los debates que organizó el Instituto Federal Electoral. Aunque Peña Nieto advirtió una y otra vez su declinación, los jóvenes universitarios insistieron en que invitaron al priísta, pero que fue él quien decidió ausentarse del mismo.

Aunque con algunas fallas técnicas, saturación en el flujo de visitantes en la página de Youtube, y otros tantos errores propios de un programa en vivo, lo que debe destacarse es la interacción que tuvieron los jóvenes con los candidatos. Los altos cuestionamientos ante las siempre respuestas evasivas que acostumbran los políticos. Los integrantes del movimiento Yo Soy 132 pusieron en aprietos a quienes pretenden gobernar este país a partir del próximo 1 de diciembre.

No debe soslayarse que las interpelaciones entre candidatos, dieron un formato distinto, atractivo, de confrontación. El contraste de ideas y de planteamientos ideológicos, fue algo inédito en comparación con los debates que en la víspera organizó el IFE. Sepultados quedaron los debates acartonados, de encuadres fijos, y poses entre los candidatos. El debate de ayer, mostró una circunstancia distinta, con gran dinamismo, y eso nadie lo puede discutir, ni siquiera sus detractores.

 

——

 

Raúl Domínguez Rex está destinado a convertirse en el Martínez Cázares de la administración eruvielista. Todavía no cumple un año en el cargo de presidente del PRI del Estado de México, y Domínguez Rex ya tiene el agua hasta el cuello. Los resultados exigidos de cara a la elección del próximo 1 de julio lo tienen contra la pared, por la simple razón de que se ve casi imposible superar los 3 millones de votos que alcanzó Eruviel Ávila en los comicios del año pasado.

El dirigente priísta debe entender que no es lo mismo el manejo de un sindicato, que la operación electoral del partido. Sin embargo, parece que la lección está tomándola demasiado tarde. A una semana de que concluyan las campañas electorales, la apuesta final del priísmo es la compra de conciencias opositoras para que dejen de moverse, y sus campañas caigan por inactividad, de lo contrario perderán más espacios de lo que se estimaba para este 2012.

Si Raúl Domínguez cae en la peor desgracia del priísmo de los últimos diez años, su cabeza será puesta sobre la mesa. Su renuncia será la carta de cambio que tratará de exhibir el priísmo para recuperar la confianza, de quien todo parece indicar se convertiría en Presidente de México, y no perdonaría por ningún motivo un escenario catastrófico en su estado natal. La reinstauración del régimen, y su manual, indican que el primer priísta también sería responsable.