Gran desaire sufrió el pasado sábado el dirigente nacional del PRI, Humberto Moreira en la sesión del Consejo Político Nacional, donde sólo asistieron cuatro mandatarios de extracción priísta. Entre las grandes ausencias que se registraron, estuvieron las de Enrique Peña Nieto, actual mandatario estatal, y Eruviel Ávila Villegas, virtual gobernador electo. Algo no anda bien en la presidencia de Moreira en la víspera de definiciones para elegir al candidato presidencial priísta de cara a los comicios de 2012.
Quien sí estuvo presente en el cónclave priísta y tejiendo fino, fue el senador Manlio Fabio Beltrones. El sonorense parece enfilado a recuperar el tiempo perdido, y la “cargada” que le lleva de ventaja el mexiquense Peña Nieto. La renovación del Consejo Político Nacional prevista para el próximo mes de septiembre será determinante para la selección del candidato priísta. A partir de octubre empezará la definición de tiempos electorales, y procesos internos de selección, lo que se decantará para febrero de 2012.
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A menos de dos meses de que concluya la gestión de Enrique Peña Nieto, parece que el transporte articulado proyecto en la Avenida Las Torres de Toluca se quedará en promesa. El principal obstáculo que enfrentan –aparte del trazado de la ruta- es la conciliación de intereses del pulpo camionero, que aglutina tan sólo en la capital mexiquense a una docena de líneas del transporte público que se niegan a unificar, y que operaron políticamente a favor de Eruviel Ávila para no perder sus privilegios.
Tanto Gerardo Ruiz Esparza como Luis Felipe Puente, secretarios de comunicaciones y transporte respectivamente, dejaran en la lista de pendientes la entrega del llamado Mexibus en la capital mexiquense. Las proyecciones del transporte articulado en el Estado de México no son una novedad, vienen gestándose desde el sexenio del gobernador Arturo Montiel, pero es la fecha que la capital mexiquense aún no ve concretados tantos viajes a Bogotá Colombia para tales fines.
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Una de las propuestas que también quedarán en el tintero de las promesas de Enrique Peña Nieto es la de tener una toma de agua en cada casa mexiquense. Aún son cientos de miles de familias en el Estado de México que carecen de agua potable. El fenómeno no sólo se registra en comunidades rurales, pues hay zonas urbanas que no atienden en su totalidad la demanda del vital líquido. La justificante de la alta migración a la entidad es tan añeja, que hace poco creíble que algo que se prometió no se haya cumplido.
El proyecto del Macrocircuito que tanto presume la gestión de Peña Nieto, y en particular el secretario del Agua, David Korenfeld, secretario del agua a través de su cuenta en twitter, es un proyecto que se comenzó desde el sexenio de Arturo Montiel, y que en este sexenio sólo se concretó un presupuesto económico previamente proyectado.
