Poco originales comenzaron las campañas electorales que ayer arrancaron en el Estado de México, y que le apostaran a la mercadotecnia electoral para convencer de su oferta política. El priísta Eruviel Ávila Villegas copió la idea de Ángel Aguirre –el hoy gobernador perredista de Guerrero- con la credencial denominada La Efectiva y que permitirá acceder hasta a dos programas sociales por cada familia mexiquense que así lo necesita. En Guerrero, la tarjeta se llamó La Cumplidora, y fue tan popular, que fue factor de éxito para que venciera al priísta Manuel Añorve.
En mimesis del lopezobradorismo que tanto desdeña el priísmo mexiquense, Eruviel Ávila también propone la entrega gratuita de útiles escolares, tal y como lo implementó hace algunos años el tabasqueño en la capital del país. Y ya que hablamos de populismo, los pilares de la propuesta del priísta es disminuir y eliminar impuestos, con lo que se imposibilitaría de facto generar más y mejor infraestructura. O quizá, en su proyecto de gobierno y asesorado por el presidente estatal del PRI, ya tiene en mente más PPS o renegociar oootra vez la deuda pública de la entidad!!!
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Por su parte, Luis Felipe Bravo Mena trae en su slogan una circunstancia que ya resulta familiar para algunos mexiquenses. La frase del ¡Ya es Justo! es casi idéntica al ¡ Es Justo! usada en una campaña electoral de 2009, por un ex procurador de justicia de la entidad y que hoy ocupa un lugar en San Lázaro como diputado federal por Huixquilucan.
Pero lo preocupante para el panismo, no es el plagio de un slogan, sino lo deslucida que ha arrancado su campaña electoral. Entre la militancia, existe la soterrada y sólida razón de que Bravo Mena no aguantará el embate del Grupo Atlacomulco, y terminará por tirar la toalla a través de una declaración declinatoria a favor de Alejandro Encinas. Se rumora pues, que con esa estrategia Bravo Mena y el PAN, tendrían mucho que ganar, y prácticamente nada que perder.
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Alejandro Encinas no resultó, tampoco, el más original de los candidatos a la gubernatura mexiquense. Su discurso, se instala en la propuesta que hizo hace 6 años Yeidckol Polevnsky: Repetir los programas sociales que ya se aplican en el Distrito Federal. Aunque a diferencia de la empresaria, Encinas cuenta con mucho mayor oficio político, en la oferta política no descubre el agua tibia, ni mucho menos el hilo negro. El recurso oratorio tiene como tema central ir en contra del sistema neoliberal que promueven por igual Eruviel Ávila y Luis Felipe Bravo Mena.
Sin embargo, el mayor reto de Encinas es el posicionamiento y crecimiento de su candidatura por sí solo. Y no depender de la presencia de los liderazgos de su partido. Tanto López Obrador como Ebrard están para fortalecerlo, pero no para ser ellos la imagen de Encinas en el Estado de México, cuya campaña por cierto se centrará en el denominado cinturón amarillo, donde se concentra un 50 por ciento del electorado.
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Gisela Rubach, una de las ideólogas de la campaña electoral de Eruviel Ávila, ha tomado como estrategia el desacreditar a los adversarios de su cliente, o las estrategias electorales, para hacer notar que ella es la panacea electoral del país. Así lo denotan los comentarios en sus perfiles de redes sociales, donde trata de establecer que todos son poco originales, menos ella.
Ayer por ejemplo, lanzó sus dardos contra la frase de ¡Ya es Justo! utilizada por Bravo Mena, y cuestionó si el slogan llevaba una dedicatoria especial para el ex jefe del candidato panista, quien además es su tocayo, Felipe Calderón, en medio de la lucha contra el narco. Aunque no faltará quien cuestione a Rubach por la frase acuñada a Eruviel Ávila, y eso de “Pensar en Grande”, que más parece una proyección personal del mandatario Enrique Peña, que desde hace ya un largo tiempo sólo Piensa en la grande, y llegar a Los Pinos. Sin duda, eso de escupir hacia arriba no es nada recomendable y mucho menos en política.
