Manuel Cadena, Miguel Sámano y Azucena Olivares se han convertido en los alfiles de la campaña de Eruviel Ávila al gobierno del Estado de México. En el caso de Cadena y Sámano, fueron dos personajes clave hace seis años para la postulación de Enrique Peña Nieto, pero que a lo largo del actual sexenio han sufrido de la exclusión política, y la marginación de la vida pública. Ellos esperan que las cosas cambien si Eruviel resulta electo gobernador.
En el acomodo de piezas, Carlos Cadena teje fino y bajo el adiestramiento de su padre, está aprendiendo de operación política. Otros dos personajes que ayer también se vieron cercanos a Eruviel fueron Heberto y Jaime Barrera, el primero aspirante a la gubernatura en 1999, y al igual que Manuel Cadena declinó en el tramo final a favor de Arturo Montiel.
Una ausencia notoria fue la de Ricardo Aguilar Castillo. El ex dirigente estatal del PRI tuvo falta en la unción oficial de Eruviel Ávila. Los que saben, rumoran que su inasistencia se debe a su profundo encono con su sucesor Luis Videgaray. Y es que el ex secretario de finanzas descubrió que la tan cacareada estructura que había conformado Aguilar Castillo resultó una falsedad, y en el trabajo de movilización territorial para promocionar el voto a favor del PRI hay que empezar de cero. Ahí explican muchos la llegada de Carlos Iriarte Mercado.
A propósito de Ignacio Rubí Salazar, quien sólo duró un mes como secretario de organización para ser relevado por Iriarte, ya tiene nuevo encargo. Desde el pasado viernes es el coordinador del Plan Estatal de Desarrollo para el sexenio 2011-2017. Como premio de consolación, Rubí Salazar será el encargado de arrastrar el lápiz para diseñar los nuevos compromisos que habrá de firmar Eruviel Ávila ante notario público a partir del 16 de mayo.
Ayer hubo un nuevo altercado entre el equipo de logística de Eruviel Ávila y los consejeros electorales del IEEM. Previo a su registro como candidato, el equipo que custodia a Ávila Villegas pretendió controlar el acceso de personas a la Sala de Consejo, a lo que el consejero electoral Jesús Jardón Nava dio la instrucción para evitar que la logística del priísta pusiera sus reglas en lo que denominó –y se jactó de hacerlo- como un organismo autónomo. De esa forma, el equipo de escoltas que coordina Orlando Segel debió meter reversa a sus intenciones de control.
No obstante, a la llegada de Emilio Chuayffet al edificio del IEEM; ni tardo ni perezoso Jardón Nava salió a recibirlo para darle la bienvenida y reconocer a quien le debe su vida pública. Y es que Jardón antes de ser consejero electoral, fue secretario particular de Chuayffet, cuando éste fue gobernador de la entidad, y luego engrosó las filas del Poder Judicial, como magistrado con un nada despreciable sueldo como los que gozan en el Tribunal Superior de Justicia.
La semana que termina no fue fácil para Enrique Peña Nieto. Asumió el costo político en el estancamiento de las reformas política y de Seguridad Nacional. Los panistas le endosaron la factura, y eso es apenas el inicio de una larga carrera presidencial, que tiene su primera parada en las elecciones del Estado de México. El senador Manlio Fabio Beltrones, también ha iniciado a medir fuerzas con el mandatario mexiquense, para hacer valer su jerarquía en el Poder Legislativo.
