El gran perdedor de la contienda electoral fue Manuel Cadena Morales. El antes poderoso secretario general de gobierno durante el sexenio de Arturo Montiel se topó con pared. En su ambición por permanecer en el presupuesto, y saltar de la diputación federal a la alcaldía de Texcoco, le costó lo que quizá sea su muerte política. Cadena Morales, con todo y el aparato priísta y la victoria de Peña Nieto, se ubicaba en el tercer lugar de las elecciones municipales.
Para muestra de que la división es el peor enemigo del PRI, ahí está Atizapán de Zaragoza, donde las divisiones entre el actual edil David Castañeda y del diputado federal Sergio Saldaña, derivaron en una dolorosa derrota. Magdalena Sánchez Millán –candidata a alcaldesa- y el propio Saldaña –aspirante a la diputación local- fracasaron rotundamente en su aspiración electoral.
Una más que se encuentra en la tablita es Martha Angón en Nezahualcóyotl, quien se encuentra abajo en los resultados electorales preliminares presentados por el órgano electoral. Las pugnas del priísmo de Nezahualcóyotl tienen como consecuencia entregar el segundo municipio más poblado del estado, sólo detrás de Ecatepec. El bastión perredista vuelve al dominio de la izquierda de confirmarse las tendencias, en otro grave fracaso para el PRI de la entidad.
Entre las derrotas simbólicas para el PRI del Estado de México también se numeran los municipios de Valle de Chalco, ganado por el PRD con la bandera de un ex priísta. La ola amarilla también habría arrebatado el municipio emblema del turismo mexiquense: Ixtapan de la Sal. Mientras que el PAN, pese a los resultados desastrosos obtenidos en el territorio estatal, se habría anotado la victoria en Valle de Bravo, el municipio de descanso por antonomasia para el actual mandatario Eruviel Ávila Villegas. Una triada electoral nada favorable para el tricolor.
Al menos una docena de jóvenes universitarios del Movimiento Yo Soy 132 se manifestó ayer en la sede del Instituto Electoral del Estado de México para manifestar su inconformidad por los resultados electorales que daban un panorama predominantemente rojo en la geografía mexiquense. La protesta también incluía un reclamo al órgano electoral por su actuación parcial a lo largo de las campañas, y su actitud omisa e inoperante frente a diversas irregularidades cometidas por partidos y candidatos tales como compra y coacción del voto.