Toluca, Edomex; 30 de diciembre de 2025.- La seguridad pública se mantiene como una prioridad en los gobiernos morenistas. A pesar de las estadísticas decrecientes en la incidencia criminal, la delincuencia permea en las instituciones: ya sea en las policías preventivas y la procuración de justicia. La percepción social mantiene la inseguridad como uno de los problemas más lacerantes. De ahí que, funcionarios de primer nivel -incluidos los alcaldes- encabecen con frecuencia, las mesas de evaluación en la materia. Más allá de los resultados, lo que sobra es voluntad política. El gran pendiente entre las acciones preventivas y de combate al crimen sigue siendo la impunidad.
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¿Dónde quedó el delmacismo? El exgobernador Alfredo Del Mazo ha mantenido un perfil alejado de la escena pública. De sus más cercanos colaboradores, sólo se tiene visibilidad sobre Elías Rescala, actual coordinador de la bancada priísta en el Congreso del Edomex; además de Alejandra del Moral, hoy enfundada en el gabinete federal. El resto, se mantiene al margen de la vida política. Ahí, podría enumerarse a Rodrigo Jarque, Rodrigo Espeleta, Víctor Curioca, Miguel Ángel Torres, Sergio Chavelas. Se esfumaron, con el sexenio delmacista.
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Los tiempos electorales se han adelantado. Apenas está por cumplirse un año de que los alcaldes entraron en funciones, pero las especulaciones ya tocan la puerta del 2027. En el caso de Metepec, Fernando Flores ya no podría reelegirse, pero tiene la mirada puesta en Jesús Ramírez e Iraí Albarrán. El PT no cejará en la aspiración de Wblester Santiago, a pesar de los escándalos recientes. Mientras que Carlos Santiago volverá a la escena por Movimiento Ciudadano. Si el PRI no logra sortear una alianza, tiene en Mariano Camacho y Alfredo Quiroz, las figuras para presentarse en las urnas. Aquí, Morena necesita una posición relevante.
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Todos los partidos políticos, sin excepción, llevaron a cabo durante el 2025, tareas de afiliación entre sus militantes y simpatizantes. En muchos casos, se operó como en los viejos tiempos priístas: beneficiarios de programas sociales y trabajadores del gobierno fueron obligados a inscribirse. Eso incluyó a varios ayuntamientos. En general, hubo una gran simulación para elevar sus números y hacer pensar que todos los partidos tienen aceptación social. Una gran mentira cuando se advierte los niveles de defenestración política o de baja participación social en cada elección. Los comicios de 2027 serán un buen parámetro.
