El próximo viernes, el candidato presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto visitará la capital mexiquense para reunirse con la militancia y candidatos a alcaldes y diputados locales. El ex gobernador del estado tendrá su primer acto proselitista en Toluca desde que arrancó su campaña electoral. El encuentro está programado efectuarse en un conocido hotel de la ciudad, donde el objetivo no es un acto masivo sino evaluar las condiciones en que se encuentra el priísmo mexiquense a casi un mes de la elección.
La meta de 4 millones de votos para capitalizar el triunfo de Peña Nieto es un reto abrumador. En las cuentas de activismo electoral están aún muy lejos de la cifra programada. El mayor riesgo, para no variar, es que haya una profunda simulación en la llamada promoción del voto, simplemente para cumplir con una cifra. Más preocupante es el dato de las encuestadoras, incluida Mitofsky, que ya ubica al priísta con 35 por ciento de las preferencias, el índice más bajo para su causa desde que empezó la campaña.
A propósito de encuestas, ayer el priísta Pablo Basáñez, candidato a la alcaldía de Tlalnepantla mañosamente publicó una gacetilla informativa en un periódico de circulación nacional, donde referenció a la encuestadora “Buró de Opinión, M&M Asociados“, que le da una intención del voto del 45 por ciento, contra un 32 por ciento del perredista Rubén Mendoza. La gran incógnita es si esa empresa está acreditada ante el Instituto Electoral Estatal para levantar encuestas y cuál es su metodología de medición.
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Donde las cosas parecen no pintar muy bien para el PRI es la zona oriente. La candidatura de Maricela Serrano a la Presidencia Municipal de Ixtapaluca ha mostrado una amplia animadversión hacia el movimiento de Antorcha Campesina. Los candidatos a diputados federal y local han preferido hacerle un vacío que cargar con el lastre de los “antorchos”, mientras que las estructuras presentes en sus eventos son ajenas al Estado de México. El PRD ya se frota las manos para recuperar poco a poco el terreno perdido.
Otro caso emblemático es Telesforo García Carreón, candidato a alcalde de Chimalhuacán, que en realidad originario de Puebla. El desprestigio de Antorcha es tan profundo que difícilmente se puede entender cómo el PRI mexiquense cede a sus presiones y chantajes. Conocedores en el tema, aseguran que el movimiento antorchista ha venido a menos en estados como Oaxaca y Puebla, cuyos agremiados han llegado a asentarse en el estado de México. Y para muestra sólo basta un botón.
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Mientras Enrique Peña hace esfuerzos por congraciarse con el movimiento #YoSoy132, ayer Jorge Emilio González –el famoso niño verde- le echó gasolina al fuego, tras declarar que los integrantes de la movilización estudiantil eran “ninis”. La andanada de críticas hacia el candidato a senador fue inconmensurable, y por supuesto que arrastraron en el tsunami de comentarios a Enrique Peña Nieto. Jorge Emilio carece de autoridad moral para arremeter con un movimiento legítimo, más que el partido familiar que encabeza.
