OFF THE RECORD 29-11-2024
Toluca, Edomex; 29 de
noviembre de 2024.- Poco qué informar o festejar, pero a partir de la semana
próxima, los 125 alcaldes mexiquenses deberán rendir su tercer y último informe
de gobierno. Es un tributo a la personalidad, por encima de una rendición de
cuentas. Se trata de un monólogo en donde los presidentes municipales se
presentan ante su cabildo, y leen una visión sesgada de su realidad. No hay
nadie que les cuestione o les avalúe. Esas son las grandes ventajas de la
malentendida autonomía de los gobiernos municipales.
Desde hace algunos años,
los alcaldes han asumido que el mejor parámetro para evaluar sus funciones es a
través de encuestas. Un puñado de presidentes municipales presumen la aprobación
que les otorgan sus gobernados. Es imposible pensar que haya encuestas por cada
uno de los más de dos mil municipios del país. Y lo que es aún peor, esas
calificaciones, en ocasiones, son otorgadas por encuestadoras altamente
cuestionadas; aquellas mismas que le daban posibilidades de triunfo a Alejandra
del Moral en los comicios de 2023, o a Xóchitl Gálvez en el 2024. Se trata de
ejercicios demoscópicos al servicio del mejor postor. Una simulación para el
ejercicio de gobierno.
Otra práctica nociva de
los alcaldes, es la presunción de premios otorgados por agrupaciones privadas.
No necesariamente se reconoce las mejores prácticas de gobierno, se galardona a
quienes cumplen con ciertos requisitos, pero sólo entran a concurso quienes
tienen para la inscripción y están interesados en competir por el tributo a la
personalidad. Se privilegia el impacto mediático de estos premios, por encima
de un contraste de realidad, de lo que realmente ocurre en la mejora de los servicios
públicos entre la población.
Pese a todo, los
informes de gobiernos son hasta ahora el mejor mecanismo que tienen los
ciudadanos para enterarse de las acciones y obras de sus gobiernos; aunque se
reduzca a la lectura de mensajes políticos dirigidos a sus clientelas políticas.
Lo cierto es que, tampoco existe un gran interés social por involucrarse en los
temas de la agenda pública, por exigirle a sus autoridades una rendición de
cuentas, o por participar activamente en el ejercicio de los recursos públicos.
La verdadera evaluación
-aunque no la más certera- la obtuvieron los alcaldes en funciones en la pasada
elección. Apenas un puñado de ellos, lograron la elección consecutiva: y
comenzarán un segundo trienio, a partir del mes de enero. Otros más,
principalmente los de oposición, vieron truncado su intento y perdieron en las
urnas. Unos más, concluyen seis años de mandato en apenas 32 días -quienes
tuvieron su origen en la oleada morenista del 2018-, y ven este último acto
como el cierre del telón de sus gobiernos.