OFF THE RECORD 29-10-2024
Toluca, Edomex; 29 de
octubre de 2024.- El segundo año del gobierno de Delfina Gómez llama a la
transformación profunda de las instituciones. Ya no tiene por delante un año
electoral que, obliga a los gobernantes a conservar su capital político. El
diseño institucional del Estado de México fue construido a lo largo del tiempo por
el Grupo Atlacomulco, que hizo del poder y del presupuesto público un brazo
articulador para cooptar opositores y recompensar a sus aliados. La alta
expectativa social es que, el gobierno delfinista rompa con esas componendas.
Nunca como ahora, la
sucesión en el Poder Judicial del Estado de México había tenido tanta atención en
la agenda pública, ni con tanta anticipación. Hay dos factores que son
elementales: por un lado, la reforma judicial impulsada desde el gobierno
federal y que tendrá su aplicación en los estados; y por otra parte, una nueva correlación
política entre el Tribunal Superior de Justicia y el Poder Ejecutivo, a partir
de la alternancia electoral vivenciada hace más de un año. Es momento de darle
mayor transparencia y visibilidad a un poder que, hasta ahora se había
caracterizado por la opacidad y la discrecionalidad.
Otro ámbito de la vida
pública que hoy tiene un gran foco de atención es la Universidad Autónoma del
Estado de México. Quienes aspiran a la rectoría de la UAEMex tienen hoy mayores
libertades para manifestarlo. Todavía faltan seis meses para la sucesión universitaria,
y desde ahora, hay un puñado de mujeres que pretenden también un giro de tuerca
en las viejas formas del régimen priísta. Aunque la decisión le corresponde al
consejo universitario -una élite de la comunidad académica-, antes el gobernador
en turno incidía en la toma de decisiones. Hoy, existe alta expectativa sobre
su proceso interno.
Una más: hay quien
insiste en que la Comisión de Derechos Humanos ha perdido desde hace varios
sexenios su premisa por ser un contrapeso a los excesos del poder. Bajo ese
pretexto, hay quien impulsa la renovación de la Codhem, y se promueve desde la
gubernatura un perfil más cercano a la izquierda. Dejar a un lado la frivolidad
y las componendas del poder de los últimos años. El proceso de designación es
controlado por el Poder Legislativo, con la dominancia de Morena. Y así, el
partido en el gobierno asumiría otro espacio de decisión.
Para completar los
escenarios de repartición política, abundan otras áreas que legitiman al poder
como el Órgano Superior de Fiscalización, cuyo periodo concluye en el mes de
diciembre. Y algunas otras instituciones autónomas que, eventualmente podrían
desaparecer para armonizar las reformas estatales con las federales. No hay
tiempo que perder, porque dentro de poco, habrá nuevamente elecciones, y el pretexto
perfecto para nada modificar.