Ausente se encontró ayer Angélica Rivera de la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto. Como pólvora corrió el rumor de que la actriz se encontraba hospitalizada y eso impidió que acompañara al mexiquense en su recorrido por San Luis Potosí, para hacer la grabación detrás de las actividades proselitistas, algo que viene haciendo desde el 30 de marzo. En contraparte, quien hizo acto de presencia junto al abanderado presidencial priísta fue su hija Paulina Peña. Aquella impetuosa joven que perdió el gusto por tuitear desde el mes de diciembre, o al menos dejo de hacerlo desde la que era reconocida como su cuenta oficial.
Gran escándalo causó la información difundida por el diario capitalino Diario 24 Horas, que evidenció que una hermana de Josefina Vázquez Mota –de nombre Margarita- trabajaba en la Procuraduría General de la República con un salario de 170 mil pesos mensuales como Coordinadora de Formación y Políticas Públicas. Tanta fue la conmoción al interior de la campaña panista, que al medio día la dependencia federal dio a conocer la inmediata renuncia de la hermana incómoda de la candidata presidencial. Ahora la hermana de Josefina está desempleada.
Quien no debió escupir para arriba sobre el presunto nepotismo de Vázquez Mota, fue el tímido diputado local del PRI, Enrique Jacob Rocha, quien debió recordar que en su paso como secretario de desarrollo económico –en el sexenio de Enrique Peña Nieto- dio cobijo en su dependencia a nada más, y nada menos que Ana Cecilia Peña Nieto, quien trabajaba como directora general de Promoción Internacional. O acaso Jacob aplica aquella consigna política de “hágase la ley… pero en los bueyes de mi compadre”. No cabe duda que en campaña, el que no cae, resbala.
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El problema de la red de tuiteros que trabaja como “trolls” a favor de Enrique Peña no estriba en que sea un grupo de personas organizadas para apoyar al priísta. El asunto de fondo es que si esto se suma a los gastos de campaña de Enrique Peña, los trabajos de fiscalización que emprenda la autoridad electoral pueden ser cada vez, de un escándalo mayúsculo. Es ahí donde está la preocupación del círculo rojo del priísta. Por eso el argumento de que son voluntarios, y que su tarea no contiene paga alguna. La incógnita es, ¿y las computadoras y el internet, y la luz, y…?.
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Algo bastante extraño pasó en la legislatura estatal. Hace algunas semanas el diputado local del PVEM, Francisco Funtanet Mange solicitó licencia temporal para tomar protesta como presidente nacional de la Concamin. Sin embargo, de la noche a la mañana su oficina legislativa fue vaciada, o lo que es lo mismo, sacó todas sus chivas para ya no regresar. La licencia temporal se convertirá en definitiva. Ni el polvo se le vio al líder empresarial, que fue electo por Nezahualcóyotl y no salía de Huixquilucan. Entró a la cámara por el PVEM pero nunca negó su apego priísta.
Por ahora, lo más interesante para los priístas que no encontraron acomodo en la lista de candidatos aprobada en abril pasado –para alcaldes y diputados- le apuestan en aparecer como “pluris” por el PVEM y tener asegurado su lugar en la legislatura mexiquense. Sin despeinarse, sin mover un dedo, y lo más importante, sin hacer campaña. Es por eso que no muchos están de acuerdo con eliminar los “pluris” como ya lo firmó ante notario el candidato de los “compromisos”.
