Cerrados de ojos PAN y PRD apuestan a que la elección del Estado de México será mejor que los comicios de 2009. Sea cual sea el resultado de la presidencial, los dirigentes del panismo y perredismo están completamente seguros de que la inercia de las preferencias a favor de Vázquez Mota y López Obrador en algunas zonas urbanas, sumada a la división evidente en el PRI y los magros resultados de sus gobiernos municipales, les darán el triunfo en algunos de sus ex bastiones electorales que les fueron arrebatados hace tres años. Saben que el principal aliado del PAN y del PRD es Raúl Domínguez Rex y el desastre que existe en el priísmo local.
El PAN puede darse por bien servido si recupera al menos dos municipios como Toluca, Naucalpan, Atizapán, Tlalnepantla o Izcalli. Mientras que para el PRD, bastaría un par de localidades como Nezahualcóyotl, Texcoco, Chalco, Valle de Chalco e Ixtapaluca. La apuesta es por los municipios densamente poblados, y donde los presupuestos financieros les permitan reconstruir sus redes electorales que fueron pulverizadas en las elecciones de 2009. La oposición sabe que puede ganar, aun perdiendo, y es ahí donde tratan de forjar incluso alianzas de facto entre la derecha y la izquierda. La puesta en marcha de la maquinaria ya comenzó.
En el PRI parecen estar tan confiados en sus encuestas, que han descuidado todo lo político. Se percibe un partido dividido, una militancia lastimada. El acaparamiento de candidaturas por parte del grupo en el poder es ofensivo y lacerante. La corrupción, los sueldos altos, las canonjías y los negocios al amparo de la administración pública es demasiado tangible, que la población ha comprobado que el nuevo PRI fue una falacia. Al escándalo de los compromisos incumplidos se suma una campaña en contra del tricolor: los alcaldes priístas de la entidad.
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En la batería de la guerra sucia panista, aún faltan muchos misiles por detonar. Aguardan en el clóset los esqueletos de lo personal. El escándalo del caso Paulette. La deuda pública onerosa. Los negocios de Juan Armando Hinojosa que se han comenzado a ventilar. La violación a derechos humanos en Atenco. La violencia y la criminalidad. La impunidad por los feminicidios. Parece que con tanto material, lo que hará falta a la campaña del PAN será tiempo para producir y difundir tanto spot en el imaginario de su guerra sucia. Los ataques apenas comienzan.
En el afán de conservar la ventaja de Enrique Peña como puntero de las encuestas, el candidato presidencial priísta tiene contemplado no acudir al debate organizado por la periodista Carmen Aristegui programado para el próximo 25 de Abril. En contraparte, el ex gobernador mexiquense asistió ayer a una entrevista al programa de espectáculos de Maxine Woodside, donde la especialista en la frivolidad de la farándula elogió ferviertemente a Peña Nieto, aunque no precisamente por su perfil político, sino por sus dotes de «galán de galanes», como lo calficó.
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Los focos de alerta se encendieron en el equipo de campaña de Josefina Vázquez Mota. La encuesta de GEA – ISA que en febrero pasado la ubicó a sólo 7 puntos de Enrique Peña, ayer desfondó a la panista en el seguimiento diario que hace para Milenio Televisión, y por primera ocasión en la competencia electoral ubicó a López Obrador en el segundo lugar de la intención del voto con el 25 por ciento a su favor, contra un 23 por ciento que tiene la panista. El ex gobernador mexiquense Enrique Peña permanece en un lejano 50 por ciento.
