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OFF THE RECORD 27-05-2025

Toluca, Edomex; 27 de mayo de 2025.- El PRI y el PAN se juegan la vida en cada elección. Veracruz es muestra inequívoca de su supervivencia política y electoral. El domingo 1° de junio, ahí habrá comicios locales para alcaldes y diputados locales. El priísmo mexiquense ya está presente con Cristina Ruiz y Brenda Alvarado en la punta de lanza. El panismo también ya hecho su arribo, de la mano de Enrique Vargas y Anuar Azar. Atrás quedaron las alianzas electorales que sólo surtieron buen efecto en el 2021; y que en 2023 y 2024 resultaron un monumental fracaso. Han vuelto a ser contrincantes, y así se mantendrán hasta el 2029 también en el Estado de México.

 

¿Quién perdió más en las elecciones recientes? El año pasado, el PRI regaló una senaduría con el trabajo de sus estructuras partidistas. El PAN perdió presencia territorial en municipios que antes fueron su bastión. Ambos se desdibujaron de su plataforma ideológica. Lo que les resta es trabajar en su reconstrucción. Y en recuperar la confianza electoral. El PRI poco ha entendido de ser oposición y sin el aparato gubernamental para comprar consciencias. El PAN ha perdido militantes frente a la falta de oportunidades y la concentración de poder de su dirigencia estatal. Ambos tienen una presencia reducida en los gobiernos municipales. A veces no basta con discursos triunfalistas.

 

En Morena les abruma la soberbia. Asumen, en algunos liderazgos, que las victorias son para siempre. El desgaste del poder político, ese mismo que padecieron priístas y panistas, pasa por cobrar factura entre los votantes. El desempeño de sus gobiernos y sus gobernantes comienza a reflejarse en el descontento social. No es suficiente con tener al partido en el poder público. Tampoco con tener alta popularidad en las redes sociales. Ni siquiera la apuesta clientelar de los programas sociales. Los escándalos del poder, la falta de eficacia y las intrigas palaciegas determinan los fracasos. Tampoco avanzan de forma positiva las metas de afiliación al partido. No hay triunfos para siempre.

 

Faltan dos años para las elecciones intermedias. Desde ahora, ya hay quien se organiza, quien se agrupa y quien diseña la estrategia electoral. La oposición no transita de brazos cruzados. Los aliados de Morena sueñan que pueden caminar solos y amagan en competir en solitario. Quizá por eso, la presidenta Claudia Sheinbaum ha decidido inyectar recursos presupuestales históricos en la zona más poblada del estado. Porque ahí, es donde los electores deciden las mayorías de los congresos. Porque ahí, es donde realmente importa tener cautivas a las estructuras partidistas. Un primer parámetro será evaluar la participación electoral en esos municipios para los comicios del domingo.