Para quien diga que las candidaturas a suplentes no funcionan, sólo es cosa de preguntar algunos casos en el PRI del Estado de México. Hace tres años, Rosalba Gualito Castañeda, Dora Elena Real Salinas y Gabriela Castilla García fueron candidatas suplentes y aunque en ninguno de los casos alcanzaron la posición de propietarias, hoy se encuentran instaladas en las candidaturas de diputadas propietarias. La famosa cuota de género les alcanzó lo suficiente para que las posiciones políticas logradas en los comicios de 2009, las instalen por la vía electoral en distintas curules en las legislaturas federal y local, a partir del mes de septiembre.
En el caso de Rosalba Gualito fue suplente de Enrique Jacob Rocha. A tres años de distancia, Gualito está convertida en candidata a diputada federal por Naucalpan. En tanto que Dora Real Salinas fue hace un trienio la candidata suplente del actual diputado local José Manzur Quiroga, y en esta ocasión está destinada a ser candidata propietaria a diputada local por el mismo distrito 12 con cabecera en El Oro para suplir a Manzur los próximos tres años. Mientras que Gabriela Castilla García fue candidata suplente del hoy legislador federal Alfonso Navarrete Prida; en esta ocasión Gaby Castilla será la candidata propietaria a diputada local por el distrito 4 con cabecera en Lerma.
Otro caso no menos importante es el de Martha Hilda González Calderón, quien fue candidata suplente a alcaldesa de Toluca, cargo que en 2009, ganó María Elena Barrera Tapia. Ante la salida de Barrera en busca de un nuevo cargo de elección, se pretendió que Martha Hilda tomará posesión del cargo, sin embargo con el timing político de su lado, se mantuvo al margen y a la vuelta de la esquina está convertida en candidata del PRI a la alcaldía de la capital mexiquense. Ahí otro caso de suplente, que está en la ruta de convertirse en propietaria pero por un lapso de tres años y no un mero periodo temporal y anecdótico.
No obstante, no hay quien deja de cuestionar la candidatura de Martha Hilda González Calderón para la presidencia municipal de Toluca. Y es que en su calidad de secretaria general del partido, Martha Hilda conoció antes que nadie los requisitos de la convocatoria. Supo con anticipación de los escenarios electorales para cada distrito y municipio, donde se autopalomeó como la opción más sólida para contender por la capital mexiquense. En agudo conflicto de intereses por ser juez y parte. En esa misma circunstancia, apunte a usted a Marlón Martínez, el secretario particular de Raúl Domínguez Rex. ¿Y la legitimidad dónde quedó?
Muy poco le duró el gusto a Juan Manuel Mondragón Cruz estar al frente de los Servicios Integrados al Servicio del Estado de México -SEIEM-. Mondragón suplió casi tan pronto como Eruviel Ávila se convirtió en gobernador a Rogelio Tinoco. Sin embargo, al paso de los meses Mondragón fue sustituido de ese encargo. En su lugar arribó Simón Ivan Villar Martínez, quien al inicio de la gestión se desempeñó como subsecretario de gobierno en la zona oriente. Ahora, tanto Villar como Raymundo Martínez se encargarán de las negociaciones salariales con el SNTE próximas a vencer en el mes de mayo. Mondragón simplemente pasó a la banca.
La relación entre el gobierno del Estado de México y el SNTE tiene una poderosa prioridad electoral, dadas las negociaciones que emprende el PRI con el PANAL de cara a las elecciones locales de este año. Esa fue una de las razones por las que Eruviel prescindió de la confianza de Juan Mondragón, y dejó esa responsabilidad a dos alfiles muy cercanos a su liderazgo político, el todo poderoso secretario de Educación Raymundo Martínez -quien se opusó a la designación de Mondragón-; junto con Villar, muy cercano al proyecto eruvielista desde los tiempos en que era alcalde de Ecatepec.