Para el gobierno del Estado de México hay una noticia buena y otra mala. La buena, es que sin mucha pena y gloria, Adrián Fuentes Villalobos dejó la secretaría de Desarrollo Económico para incorporarse como secretario de Organización del PRI en el estado. La mala, es que no renunció, solamente solicitó licencia temporal para separarse de su cargo, y regresará a su puesto en el gabinete estatal una vez que haya concluido el proceso electoral que está en marcha. El ex alcalde de Huixquilucan tendrá el reto de la movilización electoral para los comicios de julio entrante.
Aunque en el fondo, muy poco se sentirá la salida temporal de Adrián Fuentes de la estructura gubernamental. En su trayectoria política se puede decir muy poco. Como diputado local fue señalado como la marioneta que presentó la famosa “Ley Peña” que impidió las candidaturas comunes para el proceso electoral de 2011. Sin concluir su gestión como legislador emigró al gabinete eruvielista como titular de Desarrollo Económico, de cuyo encargo ayer sólo pidió permiso temporal. Una chamba como esas, con tal flexibilidad y con ese sueldo, puede ser la envidia de muchos, pero muchos mexiquenses sumidos en el desempleo que él debería incentivar.
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Ayer el panismo mexiquense notificó sobre los registros de precandidatos a alcaldes. Los municipios más competidos serán Naucalpan y Toluca. En el primero, se confirmaron las inscripciones de Manuel Gómez Morín Martínez del Río –nieto del fundador panista-, Angélica Moya Marín –ligada a Luis Felipe Bravo- y María Elena Pérez de Tejada Romero –cercana a Margarita Zavala-. Mientras que en la capital se destacan los registros de Marco Antonio Aguilar –respaldado por Juan Rodolfo Sánchez-; David Domínguez –impulsado por el grupo de Núñez Armas-; y Mónica Fragoso, que parece ir contracorriente desde su posición como legisladora local.
La situación contrasta en otros municipios. En Atizapán de Zaragoza los dados parecen muy cargados a Carlos Madrazo Limón, quien ya gobernó ese municipio para después tener un paso grisáceo por el Senado de la República. En Tlalnepantla, el grupo de Ulises Ramírez logró el consenso para respaldar la candidatura de unidad de Jonás Sandoval. El mismo caso registra Metepec con Santiago González Martínez. En los tres casos, la apuesta del panismo es recuperar el territorio perdido hace casi tres años, y el divisionismo del priísmo lo tiene en la pelea.
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Un nuevo escándalo en materia de seguridad amenaza al Estado de México. Casi cincuenta policías de Xonacatlán fueron ayer encarcelados por su presunto vínculo con el narcotráfico. Antes fueron las corporaciones de Jilotzingo e Isidro Fabela las que estuvieron señaladas por el mismo motivo. No es gratuito que los tres municipios sean colindantes entre sí. Los reportes iniciales de la Policía Estatal indican que la infiltración del narcotráfico es una realidad imperante. Algo tiene esa región del estado que es utilizada como escondite del crimen organizado.
Lo que no deja de extrañar, es porque desde la famosa fuga de “El Coqueto”, el procurador de justicia estatal Alfredo Castillo ha desaparecido de la escena mediático. El acaparamiento de Salvador Neme como secretario de seguridad habla mucho de en que lugar se encuentran los afectos del gobernador Eruviel Ávila. Castillo está tan mermado que ya ni siquiera escribe su columna para El Universal, y mucho menos hace sus acostumbrados análisis boxísticos.