Una de dos. Los consejeros electorales Jesús Jardón Nava, José Martínez Vilchis y Juan Carlos Villarreal o desconocen la ley que rige sus actividades, o simplemente gozan del manto de la impunidad y la violan flagrantemente. A pesar de que durante el proceso electoral, todos los días son hábiles -incluidos los «santos»-, y están prohibidos los periodos vacacionales, los consejeros en cuestión se tomaron por asueto jueves, viernes, sábado y domingo. El problema es que planearon viajes fuera de Toluca desde el miércoles, y ello puso en serios aprietos la sesión del Instituto Electoral del Estado de México por falta de quórum. Tal parece que dentro de su contrato laboral, los consejeros simplemente no leyeron las letras chiquitas.
A propósito de Martínez Vilchis. En la víspera vacacional perdió el pleito interno con el actual rector de la UAEM Eduardo Gasca por imponer a la nueva directora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la institución. El consejero universitario donde Gasca detenta el poder, impuso como directora a Ivett Tinoco García -hermana de Rogelio- frente a Leticia Contreras -identificada como el delfín de Martínez-. Como dato anecdótico, una día posterior a la elección hecha en el máximo órgano de dirección universitario, los afines a Contreras colocaron una corona floral en las instalaciones de la Facultad con la leyenda: «Murió la democracia». Aunque no faltó el ocurrente que completó la escena con un letrero que pregonaba: «No se puede morir algo que no existe». Y a todo eso, ¿qué opinaran Eduardo Gasca y Pepe Martínez?
El controvertido ex dirigente estatal del PAN, Francisco Gárate Chapa parece más priísta que panista. En su slogan de precampaña electoral en búsqueda de la candidatura por una diputación local en Naucalpan ha creado el hashtag #tuvozesmicompromiso , cuya palabra se encuentra ampliamente relacionada con el candidato presidencial Enrique Peña Nieto, quien durante su mandato como gobernador usó la palabra «Compromiso», y ahora su lema de campaña es «Me comprometo y cumplo». Por si fuera poco, Gárate secunda su slogan electoral de la palabra «avanza», vinculada al gobierno del priísta Arturo Montiel. Tal parece que muchas de las campañas electorales, incluida la de Josefina Vázquez Mota, son hechas por priístas.
Naucalpan, Atizapán, Tlalnepantla, Cuautitlán Izcalli, Chalco, Nezahualcóyotl e Ixtapaluca están marcados con “focos rojos” en el escenario electoral priísta. Los antes bastiones panistas y perredistas podrían perderse en la próxima aventura electoral. Entre la mala selección de candidatos en algunos casos, y la pésima gestión de alcaldes priístas, tienen al tricolor al borde de la derrota. La prioridad de esos municipios en el escenario electoral de julio se establece a partir de su peso electoral y lo que podría representar de cara a la elección presidencial ese mismo día.
La gran ventaja que enfrenta el PRI en los comicios mexiquenses, son los tiempos altamente reducidos de las campañas electorales para alcaldes y diputados locales, que contemplan escasos 35 días de proselitismo. Esa definición implica que los ganadores de las elecciones estarán determinados por un lado, por la inercia electoral que traiga para ese entonces el candidato presidencial de cada partido; y por otra parte, el trabajo de tierra que se realice en su maquinaria. Es ahí donde el priísmo lleva mano contra la falta de bases sociales de panistas y perredistas y las divisiones internas que podrían generar una condición insalvable.
Sin embargo, entre los excesos de confianza, las imposiciones de candidaturas y la simulación del trabajo electoral podrían generar un resultado adverso para el PRI. Si el resultado electoral obtiene menos votos que Eruviel Ávila, o ganar menos distritos y/o municipios que en 2009, Raúl Domínguez Rex podría ser obligado a poner su renuncia sobre el escritorio. Pese al respaldo político recibido de inicio su gestión partidista, hoy está altamente cuestionado por una militancia que se manifiesta inconforme. Domínguez Rex tiene todo un reto por delante.