Toluca, Edomex; 26 de diciembre de 2025.- A pesar de toda alternancia política, poco o casi nada ha cambiado en el sindicalismo del país. Los líderes sindicales han logrado adaptarse a toda condición gubernamental. Su ideología política es de absoluto pragmatismo. Un ejemplo, en el Estado de México, es la CTC, que desde su origen ha sido dominada por una sola familia. Hoy en manos de Raúl Domínguez Rex -alguna vez dirigente estatal priísta- y de Abel Domínguez Azuz, quienes han logrado mantener una relación favorable con el morenismo.
En la misma pirámide sindical aparecen Fernando Alberto García Cuevas y Amador Monroy, quienes forjaron carreras en el priísmo, pero hoy han logrado adaptarse para estar vigentes al frente de la misma organización de campesinos y trabajadores; y tener su propio activismo político. Ya no hay el corporativismo de antes, pero sí, han mantenido una ascendencia que parece vitalicia. Una especie de cacicazgo que ningún gobierno ni partido se atreve a rebatirles.
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Falta menos de una semana para que entre en vigor el Hoy No Circula en el Valle de Toluca. El plazo para verificar los automóviles se agota. Vendrán multas para no respete la restricción vehicular, principalmente quienes tenga holograma 1 y 2. El propósito, en origen, será mejorar las condiciones atmosféricas de la capital mexiquense y su zona metropolitana. Y eventualmente, hasta agilizar la movilidad en esta región. Importante será que no sólo sea una medida que fomente la corrupción entre las policías de tránsito, la estatal y las municipales.
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Ahora, en cada periodo vacacional, la clase gobernante debe estar muy alerta de no salir exhibida en redes sociales, particularmente aquella que pertenece a Morena. La austeridad, no únicamente tiene que ver con un tema administrativo, sino de valores personales para evitar la frivolidad, se decía. En las últimas horas, José Ramón López Beltrán, hijo del expresidente López Obrador, ha sido exhibido de compras en una tienda de lujo. En los hechos, el humanismo mexicano se topa con pared con la conducta de los hijos del tabasqueño.
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La semana pasada, los 125 ayuntamientos del Estado de México aprobaron en cabildo los anteproyectos de sus presupuestos para el ejercicio fiscal 2026. El resumen del gasto pública es evidente: los municipios son muy malos para recaudar, ya que dependen en gran medida de los recursos que les otorga la federación y el estado. Prácticamente el 60 o 70 por ciento de los recursos que ejercen son de participaciones federales o estatales. Y gastan muy mal, porque 1 de cada 2 pesos que ejercen, lo dilapidan en la burocracia; una burocracia a veces abultada, por compromisos políticos para alimentar su base social. Este país, recurrentemente, parece no tener remedio.
